Jerez

Los bancos tumban más del 70% de los préstamos solicitados por emprendedores

  • AJE alerta del riesgo de perder las vocaciones empresariales forjadas en los últimos años · La falta de apoyo financiero provoca además que seis de cada diez desistan de su iniciativa

Una buena idea bien vale un negocio. Este aforismo convertido desde hace tiempo en la máxima de la cultura empresarial ocupa hoy en día el fondo de muchas papeleras como si de un mediocre borrador de poema se tratara. Los emprendedores saben más que nadie que la suya es una relación de amor-odio con los bancos. El tipo de financiación, las condiciones y, sobre todo, los avales han sido desde siempre la pesadilla más repetida a la hora de iniciar una carrera profesional por cuenta propia. A la hora de crear actividad y generar empleo.

En los últimos años el abaratamiento del dinero había favorecido el florecimiento de nuevos negocios que, con más o menos suerte, se habían hecho un hueco en un mercado ávido de crecimiento y consumo. Sin embargo, la época de vacas flacas se ha instalado de lleno en las entidades financieras, que han bajado totalmente el pistón de los créditos para empezar a promover el ahorro. Y, como en todo, los primeros perjudicados han sido los más débiles o, más bien, los más vulnerables. Según una encuesta realizada por la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), los bancos y cajas deniegan el 72,8% de las solicitudes de préstamos de emprendedores.

El sondeo se realizó en el primer trimestre en toda España y refleja las dificultades que sufren estos profesionales para poner en marcha su negocio. Según el presidente del colectivo en Cádiz y nuevo vicepresidente primero en Andalucía, Andrés Santos, estos resultados nacionales son "perfectamente" representativos de la situación de la provincia de Cádiz, donde "el capital se ha convertido en el principal problema" del sector, por encima incluso de la falta de espacio, la excesiva burocracia o el déficit de asesoramiento.

La investigación realizada por AJE se efectuó con empresarios cuya necesidad de financiación iba desde los 10.000 hasta más de 100.000 euros y la finalidad del dinero era en un 45,6% de los casos la compra de instalaciones, seguida por la contratación de personal y la expansión territorial. Es decir, el bloqueo económico de las entidades bancarias no sólo afecta al inicio de actividad, sino que también lastra el crecimiento, incluso si es para crear trabajo.

Pero el resultado sobre el que Santos hace especial hincapié es que esta falta de apoyo financiero provocó que el 64,8% de los encuestados desistiera de su iniciativa. Sólo el 25,4% consiguió salvar la inversión con recursos propios. Este abandono es la consecuencia más alarmante para el presidente de AJE en Cádiz. "No nos lo podemos permitir. No podemos desaprovechar toda la inversión pública hecha en los últimos años para generar, apoyar y poner en valor a los emprendedores y que ahora se pierdan esas vocaciones y esas nuevas actividades".

A su juicio, esta expulsión de los jóvenes empresarios del negocio financiero no responde a un "motivo real", como podría ser un incremento extraordinario de los impagos, porque, según remarca Santos, "antes de devolver un préstamo, devuelves lo que sea". Incluso, cada vez se dan más casos de solicitantes que cuentan con una base sólida y unos avales suficientes pero que, igualmente, son rechazados. "El proyecto lo ven bien pero acaban denegando la financiación", apunta el presidente de AJE Cádiz, que llega a la conclusión de que "están pagando justos por pecadores". La demostración está en el propio día a día: "Te tratan igual si vienes del sector inmobiliario que de cualquier otro".

El problema de fondo es que no hay alternativas a los bancos y cajas y estos han limitado tanto la contratación de créditos que sólo los conceden a aquellos proyectos con mayor solvencia -siempre más al alcance de grandes que de pequeñas y medianas empresas- y con capacidad para afrontar unos intereses más altos. "Antes estaban en el 5% ó 6%, ahora llegan al 8%, 9%...". El responsable provincial aclara que no piden "el dinero gratis", sino que "apuesten por nosotros y no se eche a perder el empresariado formado".

Esta situación es general para todo el colectivo pero en la provincia de Cádiz se agrava porque a diferencia de otras zonas, como Cataluña, en Cádiz "no hay una tradición de dinero privado". El subsidio público y las inversiones de multinacionales han primado en la Bahía. Frente a este modelo, en los últimos años "ha calado" el del empresario "autóctono, arraigado y con ganas de invertir". A juicio de Santos, las administraciones se han dado cuenta de la importancia de apoyar estos valores y crear una estructura en la que "si se cae una empresa se cae sola y no arrastra a todo un tejido productivo". El último ejemplo, consumado, ha sido el cierre de Delphi. "Cuando ocurrió nos dimos cuenta de que las empresas asociadas en AJE han tenido de media entre 1.500 y 1.800 empleados y el coste por subvención que han supuesto es ínfimo en comparación con Delphi", concluye el responsable en nuestra provincia.

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