Jerez

"¡Mira, un coche por la calle Larga!"

  • La finalización de las obras de refuerzo del adoquinado devuelve la normalidad al centro después de dos meses en los que el tráfico ha estado cortado por la actuación de Tragsa

Ése fue el chascarrillo más comentado durante el día de ayer, aunque el primero en decirlo alto y claro, pues ha sido uno de los más críticos con la obra del reasfaltado de la zona no peatonal calle Larga fue Ildefonso Pacheco, uno de los propietarios del popular bar La Moderna. De esta forma se ponía fin al corte de esta céntrica vía que ha sido la 'comidilla' de los comerciantes aledaños durante las pasadas ocho semanas, una menos de lo previsto.

Finalmente, han sido 63 días los que la calle Larga ha estado cerrada al tráfico, desde que el pasado 26 de mayo las famosas mallas verdes puestas por la empresa Tragsa se convirtieran en una parte más del mobiliario urbano. Si bien es cierto que la mayoría del vallado fue sustituido el pasado jueves por un cordón que seguía señalando el corte al tráfico, no fue hasta la mañana de ayer cuando la fuente de la rotonda de los Casinos volvía a funcionar lustrosa después de haber sido limpiada a fondo.

Sin embargo, no fue hasta las doce del mediodía cuando el primer coche volvió a cruzar las calles Honda y Larga para desembocar en Cristina. Durante las primeras horas del día, a pesar de que semáforos y fuente funcionaron, los obreros aprovecharon para llevarse las vallas sobrantes y el mobiliario que habían usado durante los dos meses que ha durado la obra.

Las reacciones tampoco se han hecho esperar. Los viandantes fueron los primeros en comprobar desde el pasado jueves el aspecto que presentaba la vía después de los 75.749 euros invertidos en esta actuación con cargo al Ministerio de Agricultura a través del plan de Reasfaltado, 'culpable' de la marea negra. Aunque la alegría era patente entre las personas que volvían a ver despejada la calle de mallas verdes -algunos quisieron ser los primeros en hacerse un 'selfie' con la vía reabierta-, cierto es que la mayoría de comentarios iban encaminados al, "¿para esto han tardado tanto? ¡Si está igual!", comentaban entre ellas dos amigas mientras pasaban por delante del Pull&Bear y señalaban la fuente.

Los conductores, en otra parte, tampoco han notado mucho el cambio. Cati López, parada junto a la fuente confesaba que "sigo notando los mismos vaivenes con el coche, y la verdad es que el pasado de peatones junto a Bizcocheros casi no se ve, solo se nota un poco que los adoquines están al contrario, pero ya está".

Cabe destacar que con la alegría y buenas caras del comercio contrastaban los despistados que no sabían que aunque el tráfico volvía a la calle la parada del autobús no vuelve a ser funcional hasta el próximo lunes.

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