El gobierno local aseguró ayer que la ampliación de las calles donde será obligatorio el pago para aparcar ha sido consensuada con entidades vecinales así como con representantes empresariales y sociales. El delegado de Urbanismo y Movilidad, Agustín Muñoz, afirmó que esta decisión se comenzó a madurar en 2012 en la mesa del centro histórico, un órgano de carácter consultivo donde están presentes colectivos y partidos políticos, y que motivó que se modificara la ordenanza de circulación para, luego, incluir la incorporación de nuevas vías a la ORA en el pliego de condiciones para decidir la empresa que regulará este servicio durante los próximos 10 años. Muñoz comentó: "Se han celebrado reuniones con los vecinos, en la mesa del centro histórico... por ello no se puede entender que se critique ahora una decisión que se adoptó hace dos años y a la que hasta Facua le dio el visto bueno". "Se modificó la ordenanza de circulación y no hubo alegaciones; se valoraron las propuestas y las asociaciones apostaron por determinadas zonas", añadió. Por último, le reprochó a partidos como el PSOE que no presentaran alegaciones entonces.

En cuanto al proceso de implantación de la zona azul en nuevas calles, el edil reiteró que será una decisión que se decidirá con la empresa adjudicataria, la sociedad Aparcamientos Urbanos de Sevilla SA (Aussa), próximamente ya que habrá que conocer su capacidad para implantar nuevos parquímetros. También se dará un periodo de "flexibilidad" ya que se tendrá que hacer un trabajo administrativo para entregar a los residentes las tarjetas que le permitirán aparcar sin limitaciones.

Por su parte, la alcaldesa, María José García-Pelayo, defendió el proceso de adjudicación recordando que en la mesa de contratación se eligió a la empresa "con la mejor oferta, con mucha diferencia".