Patrimonio

"Hay monumentos en la ciudad que asustan a los visitantes"

  • Romero Bejarano hace un repaso por obras de dudosa estética y ubicación en el centro histórico

Si pasea usted por el centro y le sorprende la cara extrañada de un visitante, puede ser por dos causas: a) le ha dado un golpe de  calor, o b) se ha asustado al ver uno de los monumentos conmemorativos que pueblan la ciudad. El historiador jerezano Manuel Romero Bejarano señala la segunda opción como la más acertada.  Así lo explicó ayer en el patio de la capilla de San Juan de Letrán, dentro del ciclo XVIII ‘Veranos culturales nazarenos’, con la conferencia llamada ‘Highway to hell: El monumento conmemorativo en Jerez en las últimas dos décadas’, que hace un repaso no sólo por la calidad artística de los mismos, sino por la manera en que la colocación de esos monumentos va a influir de forma negativa en el trazado en el urbano y, sobre todo, en el patrimonio histórico de la ciudad. “Porque van a interrumpir perspectivas históricas de edificios que tienen dos, tres y cuatro siglos, que se construyeron pensando en el espacio que tenían delante”, apunta Romero, que añade que sin “ningún criterio urbanístico” se han colocado obras como Lola Flores y los dos olivos frente a Villapanés, “que tapan toda la fachada de la casa y para mí es el que peor está ubicado de todos”. 

El historiador inició el recorrido en la plaza de la Asunción y su monumento, que aunque no es de las últimas dos décadas, “es un ejemplo muy claro de cómo se estropea un espacio urbano”. Cuando se construye el Ayuntamiento de la ciudad, allá por el XVI, se compran una serie de casas para ensanchar la plaza, “precisamente para darle perspectiva al edificio y esto no se tiene en cuenta y se coloca este monumento en los años 50. Eran otros tiempos, pero se podía haber pensado mejor”, subraya.

Con el exalcalde Pedro Pacheco “es cuando llegan los grandes disparates, con un concepto equivocado de adornar la ciudad. Se empezaron a plantar cosas que ni tienen sentido, ni nada”, dice Romero, para poner otros ejemplos, como el monumento a la Semana Santa de Cristina, que desde la Porvera copa la visión de Santo Domingo y los Claustros; el Rocío de Aladro,  los bustos que rodean la Catedral  como los de Manuel María González Ángel, el papa Juan Pablo II y Bueno Monreal, “que no aportan, y ahí se quedan”. O los monumentos a sor Ángela de la Cruz en Juana de Dios Lacoste, el enganche del Mamelón “por feo” y La Paquera en La Yedra. “¿Y a qué se dedica el de las Edades del Hombre de San Andrés? ¿Qué significado tiene aunque no afecte al entorno?”, se cuestiona el autor, que subraya que tanto la ermita de La Yedra como Villapanés, “se hacen en el siglo XVIII pensando que iban a ser vistos de lejos y crear unas perspectivas. Era urbanismo muy bien desarrollado. Y aquí se le coloca un monumento delante. Pues toma. ¿A quién se le ocurriría esto?, porque precisamente en la carrera de Arquitectura se estudia Urbanismo. Yya no es la sensibilidad o el conocimiento que se tenga, es que hay una ley, la de Patrimonio, que protege los entornos de los BIC, y no se cumple”.  “Ahora que se habla tanto –apuntó– de conservación y de atraer al turismo, esos monumentos realmente asustan al visitante. Te estás cargando la ciudad de cara a lo que pueda venir de fuera, porque hoy la gente viaja mucho, y ve muchos centros históricos muy bien cuidados. Y llegas aquí y te encuentras con lo que  tenemos”. Y puso como ejemplo de respeto a la plaza y dotar de orden, el busto en Rafael Rivero. 

La conferencia concluyó con “la amenaza fantasma” de la supuesta colocación en un futuro del monumento de la Inmaculada en el Arroyo. Un encargo, hecho en bronce, que en su día hizo Pacheco, que mide más de tres metros, una tonelada y media de peso y permanece custodiado en  dependencia municipales, “hasta que se sepa qué hacer con ello. Se proyectó poner en el Arroyo sobre un pedestal, que no fue contratado, ni se cree conveniente contratar ahora. Así que nos encontramos con medio monumento que no se sabe qué hacer con él, aunque la Unión de Hermandades está pidiendo que se coloque allí.  Pero el Palacio Bertemati es BIC y su entorno está protegido, así que lloverían las denuncias. Por desgracia, el monumento ya no se puede devolver y entiendo que lo que tienen ahora los políticos con esta obra es una papeleta”.

Las próximas citas serán el 29 de julio, con  Almudena Colorado Espinosa y ‘Ser profesora de Religión hoy (y no morir en el intento). Por qué tiene sentido esta asignatura’. El martes 5 de agosto le tocará el turno a José María Castaño Hervás y ‘El Hijo Pródigo según Jerez, historias de un pregón’. Ambos actos serán a las 22 horas, con ‘la fresquita’.  

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