Urbanismo

Un solar apuntalado en el tiempo

  • El Ayuntamiento exige a un promotor que edifique en San Mateo si no quiere ser expropiado. También le obliga a adecentar la parcela

Era julio de 2007 y en el Ayuntamiento proliferaban las licencias para construir viviendas. La burbuja, entonces, estaba en su máximo apogeo, muy cerca ya del estallido. Entre esos permisos se encontraba la promoción de dos edificios con 20 viviendas y cinco estudios en un solar de la calle San Blas que formaba parte de las antiguas bodegas de Pedro Domecq. Un año antes, se había autorizado la demolición de algunos inmuebles dejando únicamente un lienzo de la fachada y parte de la primera crujía porque se consideraba que era lo que único que tenía valor arquitectónico. En 2009, ya con la crisis del ladrillo en su estado más salvaje, la promotora hacía un reformado al proyecto para construir más viviendas y menos estudios; dos años después se le renovaba el permiso. Sin embargo, la obra no llegó a ejecutarse provocando que, a día de hoy, el solar siga baldío y la calle cortada al tráfico por el apuntalamiento de parte de la fachada.

La Ley de Ordenación Urbanística ofrece herramientas a las entidades locales para obligar a los propietarios a que mantengan en condiciones decorosas sus propiedades e, incluso, a obligarles a construir si no quieren ser expropiados -es el llamado deber de edificación-. Así, en vista de la parálisis del proyecto, la Delegación de Urbanismo ha tenido que iniciar dos procesos. Por un lado ha remitido al propietario, Comunidad de Propietarios Palacios de San Mateo, una orden de ejecución para que limpie el solar y lo cierre. Sin embargo, esta orden ha tenido que publicarla en los boletines oficiales ya que el propietario se encuentra en paradero desconocido. No obstante, no se hace mención del apuntalamiento que sustenta lo que aún queda de fachada que, teóricamente, no podrá retirarse salvo una actuación de urgencia que, en este caso, no se ha exigido.

En paralelo a este proceso, se ha iniciado otro para obligar al propietario a edificar. Para ello, y tal y como se establece la normativa, se le ha dado un año de plazo a la promotora para que emprenda el proyecto residencial autorizado o, en su defecto, demuestre fehacientemente la imposibilidad de acometerlo -no ha trascendido que la promotora haya presentado alegación alguna teniendo en cuenta que Urbanismo no la localiza, a efectos de notificación, para comunicar las órdenes de ejecución- . En el caso de que no lo haga, el Ayuntamiento tendría vía libre para comenzar un proceso expropiatorio, tal y como se han acometido en algún que otro solar sin edificar del centro de la ciudad en los últimos años. No obstante, el procedimiento para esto suele ser lento ya que se puede paralizar cautelarmente por la presentación de recursos en la vía de lo contencioso.

No en vano, la situación de este solar no dista mucho de la de otros solares e inmuebles abandonados del centro de la ciudad que están en manos de promotoras que desaparecieron con la crisis. Pero este abandono sigue alargando el cierre al tráfico de una de las calles de acceso a San Mateo y, lo que es más importante, la parálisis de una actuación que ayudaría a regenerar uno de los enclaves con más encanto y valor patrimonial de Jerez.

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