Las obras de reurbanización de la calle Puerto, junto al Alcázar, iniciadas hace nueve días, dejaron ayer al descubierto un muro que, según fuentes expertas, podría ser del siglo XIX, perteneciente a intervenciones de reordenación de la época en la Alameda Vieja. Un dato que desde el Consorcio de Zona Franca de Cádiz, entidad encargada de la actuación, no ha podido confirmar aún. El delegado del Estado en el Consorcio, Jorge Ramos, ha destacado que la empresa "lo que hace es remitirse al protocolo de actuación, igual que en las obras que se hacen en el edificio de San Agustín, y solicitar a los arqueólogos un informe para documentar ese hallazgo". Un informe que ayer aseguraba que "se tendrá en torno a 48 horas. En ese momento, se actuará conforme a lo que determine dicho informe y, naturalmente, todo ello será puesto en conocimiento de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta". A este respecto, la arqueóloga que trabaja en la zona apuntó que aún "estamos pendientes del estudio y documentación del muro, y ya entonces se podrán ofrecer detalles más fiables sobre el hallazgo", y aseguró que en estos momentos, "no estamos haciendo ninguna excavación, sino una vigilancia arqueológica para comprobar la importancia de este muro". En cuanto a la posibilidad de encontrar restos a más profundidad, desde la misma Zona Franca han subrayado que la cota de intervención "no bajará mucho más, así que no se cree que puedan aparecer restos más antiguos". De todas formas, las obras se desarrollarán por el entorno, lo que puede destapar otros hallazgos similares.

Hay que apuntar que tampoco se confía en la aparición de piezas de destacada importancia ya que desde el siglo XV hasta el XIX, el entorno del Alcázar fue prácticamente "un vertedero, un descampado al que la gente tiraba la basura. Así que no parece posible que se hallen piezas de antigüedad", comenta un historiador. Hay que recordar que el marqués de Cádiz, en 1470, realizó importantes obras de mejora y construyó un nuevo foso alrededor del Alcázar, que hace que hallar algo de interés sea complicado, "a no ser que alguien tirara una pieza importante a la basura en aquel tiempo y se encuentre ahora", concluye. Hay que destacar que este muro del XIX pertenecería a la remodelación que se llevó a cabo en la zona desde 1858, patrocinadas por Manuel María González para mejorar el espacio y los accesos a la bodega González Byass. Esta reforma, realizada según los planos del arquitecto Manuel García del Álamo, junto con otra llevada a cabo en 1889, dejaron a la Alameda Vieja con la apariencia que tiene actualmente, según cuentan los historiadores Pablo Pomar y Miguel Mariscal en el libro 'Jerez, artística y monumental'.

Esta actuación en calle Puerto forma parte del proyecto de rehabilitación del antiguo convento de San Agustín y tienen como finalidad adecuar el entorno al nuevo uso del edificio, que se convertirá en un centro de negocios y de servicios empresariales, así como mejorar los accesos a la ciudad por esta zona.