Jerez

Una deuda con Jerez por dos 'offset'

  • El Ayuntamiento le exige ahora a una empresa el reintegro de buena parte del pago por dos máquinas de impresión que no se instalaron. Se compraron en 2007 y se abonaron en 2012 pero el distribuidor las había devuelto al fabricante.

La pintoresca historia de las máquinas de impresión que adquirió el Ayuntamiento jerezano en 2007 y que nunca llegaron a la ciudad ya tiene escrito un nuevo capítulo. El gobierno local ha iniciado un procedimiento administrativo para reclamar el dinero que pagó por una de ellas, concretamente la de mayor cuantía y prestaciones, la Sakurai Oliver 475 SDV, una máquina de 19 toneladas llamada a potenciar, y de qué manera, los trabajos de la imprenta municipal.

La cuantía exigida es de 514.865 euros, más los correspondientes intereses de demora, por los "daños y perjuicios" ocasionados a la administración. La máquina nunca llegó a Jerez, entre otros motivos porque el Ayuntamiento no tenía sitio para guardarla y por los retrasos en el pago. Sin embargo, a la empresa que se compró, la barcelonesa Mag D Print SL, cobró la cuantía gracias al plan de pago a proveedores que sirvió para que el Ayuntamiento liquidara un importante número de facturas en 2012.

Todo comenzó en 2007 cuando el equipo de gobierno liderado por la alcaldesa, Pilar Sánchez -aún mantenía el pacto de gobierno con Pedro Pacheco- decidió adquirir dos máquinas de impresión para la imprenta municipal. De este modo, suscribió un acuerdo con la sociedad barcelonesa, que se dedicaba a la distribución de maquinaria de artes gráficas y que en su portafolio cuenta con las máquinas del fabricante japonés Sakurai Graphic Systems Corporation.

El contrato de suministro con el Ayuntamiento de Jerez recogía la adquisición de la Sakurai Oliver 475 SDW cuatro colores, una máquina de impresión en offset en cuatro colores. El dispositivo costó precisamente los 514.000 euros que ahora se reclama. Junto a ella se compró una de menos prestaciones, la Hamada H234A cuyo coste rondó los 104.000 euros.

La idea era de instalarlas en una nave ferroviaria situada junto a la antigua estación que es de propiedad municipal desde hace años. Con ella, se pretendía reforzar este servicio puesto que se llegó a barajar, incluso, que el Ayuntamiento editara un periódico propio aprovechando las prestaciones de la Sakurai. Dos años estuvo esperando la firma barcelonesa a que el Consistorio no solo le dijera dónde instalarlas sino que le fueran abonadas. Pasado el plazo en el que debía tenerlas en depósito, los responsables de la firma decidieron devolverla a su proveedor japonés por el incumplimiento por parte del Ayuntamiento.

Mientras tanto, se daba la circunstancia añadida de que el inmueble elegido por el Ayuntamiento no estaba acondicionado, una actuación que se inició en 2009 pero que no llegó a concluirse y que tuvo un coste para las arcas públicas de unos 60.000 euros, otro dinero malgastado en este estrambótico episodio puesto que el inmueble sigue sin tener uso a día de hoy, y en un estado de conservación más que deficiente.

Ya con el gobierno actual, a mediados de 2012, tras abonarle las facturas pendientes, la alcaldesa, María José García-Pelayo, apuntó a este periódico que se habían iniciado las gestiones para tratar de recuperar las máquinas con la intención de subastarlas con posterioridad, aunque surgía entonces otro problema. La empresa suministradora reclamaba que se le pagara el porte desde el país asiático, unos 20.000 euros más que añadir a esta locura de adquisición.

No ha trascendido el resultado de estas conversaciones pero a tenor del procedimiento iniciado ahora el Ayuntamiento ha decidido reclamar el dinero. Por este motivo aprobó en la junta de gobierno local del pasado 13 de junio, como asunto de urgencia, la resolución del contrato con la sociedad barcelonesa y demandarle los 514.000 euros por daños y perjuicios. Este medio preguntó al gobierno local si tiene pensado exigir el resto de la cuantía abonada, que según los datos aportados tiempo atrás ascendía a 620.000 euros, aunque no obtuvo respuesta.

Actualmente, la máquina de impresión ya no se encuentra en el catálogo oficial de la firma japonesa. Además, en los canales de venta de segunda mano de las empresas de artes gráficas esta se vende a un precio muy inferior del que lo adquirió el Ayuntamiento jerezano.

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