La crisis del ladrillo se está cebando con la zona rural. A un paro altísimo se le suma el deterioro de las instalaciones públicas. Ejemplo de ello es la torre de la iglesia de Estella del Marqués, que está ocasionando a las autoridades competentes más problemas de los previstos. Y es que el arreglo de torre es un problema que nadie ataja.

El edificio eclesiástico fue construido durante la época franquista de la mano de los propios ciudadanos del pueblo de colonización. Ninguno de estos primeros pobladores pensaría que 50 años después de la construcción de  la torre de la iglesia, ésta  iba a ocasionar dolores de cabeza.

Los implicados en este conglomerado son la Diputación de Cádiz, el Ayuntamiento de Jerez, la Diócesis de Asidonia-Jerez y el propio Ayuntamiento de Estella del Marqués, comandado por Blas Moreno Algeciras, actual alcalde de la ELA.

El tema no es nuevo. En 2013 se arregló una parte de  los soportales que rodean la plaza San Miguel, una obra que fue presupuestada en 32.699 euros,  un gasto cofinanciado entre la Diputación  (26.160 euros) y el Ayuntamiento de Jerez (6.539 euros). Esta mejora de la cubierta, la impermeabilización y el revestimiento está acogida al plan provincial de Cooperación a las Obras y Servicios de Competencia Municipal de 2012. El alcalde de la ELA, Blas Moreno, argumentaba a este medio que con estas actuaciones "no es suficiente con eso". Es más, estas obras no están del todo finalizadas, ya que la parte de abajo de algunos de los arcos aún se encuentran sin blanquear.

Al otro lado de la plaza San Miguel se encuentra la iglesia que da nombre al enclave, con su majestuosa torre. Todo un emblema para el pueblo y otro proyecto más para los tecnócratas de las administraciones que observan con parsimonia su deterioro. La estructura está dañada por el paso del tiempo, las condiciones climatológicas y los defectuosos materiales que se usaban en el comienzo de la posguerra. "El problema no está en la cimentación del terreno, sino en el estado lamentable de la estructura de la torre y en el desprendimiento de materiales causados por el óxido de hierro" comentaba el alcalde de la pedanía.

Precisamente, el plan provincial de 2007 recogía el arreglo el arreglo de la torre, pero aún no se ha cometido. Respecto a este acuerdo, Moreno explicaba que "el precio inicial de la reforma era, en un principio, 35.000 euros. Sin embargo, tras las pruebas periciales el precio de la obra se aumentó".

El alcalde de la ELA, además, explicaba el tira y afloja entre administraciones como posible culpable del estado de la torre. "En un principio el coste de la reforma estructural de la torre iba a ser costeado al 50% por Diputación y el Ayuntamiento encabezado por Pelayo, pero a día de hoy no hay nada arreglado".

En la actual coyuntura económica, con el Consistorio ahogado por millones de euros de deuda y la Diputación noqueada por la Administración estatal, el Ayuntamiento de Estella del Marqués poco puede hacer. El papel del Obispado ha sido irrelevante al respecto: solo existe un informe sobre el estado de la torre. 

"El 85% del presupuesto de esta entidad local es transferido por el Ayuntamiento de Jerez -aunque dejó de pagar en 2010-. El otro 15% son ingresos varios, como por ejemplo el mercadillo de los domingos, principal fuente de ingresos de la pedanía" detallaba Moreno. "Con ese dinero pocos arreglos podemos hacer. El Ayuntamiento de Jerez nos debe 600.00 euros y  pretende que hagamos la reforma de la torre y nos lo descontemos de la deuda. Eso es inviable", recalcaba el alcalde.

De esta forma, la torre tendrá que esperar para ser arreglada. El símbolo de un pueblo que está provocando tensiones entre Diputación y el Consistorio jerezano y que se ha convertido en discordia. Una torre que está vallada por miedo a desprendimientos y que tendrá que esperar, al menos, hasta 2015, año de las elecciones municipales.