Jerez

Opinión: Respeto y seriedad

No veo a festivales de solera como el Potaje de Utrera, el Festival del Cante Jondo de Mairena, el Gazpacho de Morón o la propia Bienal de Sevilla abriendo las puertas al público como agradecimiento a que La Vuelta haya pasado por allí. No es serio. Sinceramente, si había que buscar una excusa con un fin concreto (me da igual que ganar votos o salir en la foto), hubiese preferido que ahora en septiembre, con la llegada de las fiestas de La Vendimia, se hubiese programado para todo Jerez un cartel apañado en cualquier sitio (como se hacía antes en la Plaza de la Asunción con las Familias Cantaoras, por ejemplo) y argumentar ese fin. Pero no, hasta la excusa es cutre. Encima se utiliza a una institución como la Federación Local de Peñas (reitero, incapaz de consensuar un calendario de actuaciones sin que se pisen unas peñas con otras) como escudo para defender una idea que como muchos opinan, quita prestigio a un festival que empezó antes de que muchos de los políticos hubieran nacido.

Desde hace unos años siempre hemos hecho patente la necesidad de dar un vuelco a la Fiesta de la Bulería, desgastada por los años y desadaptada a una sociedad que ya no es la misma que cuando arrancó hace ahora 47 años. La supresión de las neveras, los elevados precios, lo que cuesta que la gente pague en Jerez, por muy poco que sea, o la falta de un cartel con primeras figuras, han hecho decrecer el número de espectadores a la velocidad del rayo. Algo había que hacer, y de hecho este año se había comenzado a dar pasos, primero abaratando precios y luego apostando por un cartel coherente con muchos nombres a los que a Jerez le gusta escuchar.

Sin embargo, la decisión de ofrecerla gratis y en el Mamelón no hace sino dar la puntilla a una cita quizás más valorada fuera de nuestras fronteras, como suele ser, que en la propia ciudad. Si desde siempre se ha criticado el poco respeto que se tenía al evento por parte de algunos, que se dedicaban a hacer botellón en los tendidos de la Plaza de Toros, no quiero ni imaginar lo que puede pasar en plena calle y sin control. Bueno sí, que no habrá Dios que escuche nada.

Lo más grave de todo es la improvisación que demuestra el Ayuntamiento una vez más. Si realmente se quería dar gratis, que es la sensación que da, ¿por qué se presentó hace un mes? Es el enésimo tropiezo de un Consistorio que en lo que va de año no ha hecho sino castigar al flamenco con torpes decisiones. Decisiones como organizar una exaltación de la saeta con Mairena cuando había una, la de la Buena Gente, con más de veinticinco años de antiguedad o decisiones como programar una velada flamenca en Santiago cuando un artista jerezano, David Carpio, presentaba su disco en Los Claustros, en un acto que encima estaba organizado por ellos. Tiene delito. Y ahora con la apresurada decisión de mezclar churras con merinas que no hace sino castigar a un festival de tanta historia como La Bulería y cuya tradición queda defenestrada y pisoteada simplemente por un capricho. Luego querrán que la gente pague para ver a José Mijita o a Momo de Jerez, dos jóvenes cantaores, en la presentación de sus discos cuando su política es la contraria. Parece mentira que no hace mucho, todos estos que defienden lo gratis se fotografiaban comprando las entradas de este mismo evento tras regalar el PSOE invitaciones a diestro y siniestro en la Fiesta de la Bulería de 2010. Cosas de la política, cosas de este país.

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