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Jerez

El descenso de donaciones deja al 40% las reservas del Centro de Transfusión

  • Con apenas 600 bolsas de sangre de las 1.500 que se consideran idóneas, el CRTS hace un llamamiento a los donantes para recuperar el stock que se ha perdido durante el verano

El Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) ubicado en el hospital de Jerez y que abastece a los hospitales de toda la provincia y Ceuta, pasa en esta época por uno de sus peores momentos por el bajo nivel de las reservas de sangre, mermadas por el descenso de las donaciones, habitual, por otro lado, en los periodos vacacionales. Las 600 bolsas de sangre en reserva de las que se dispone actualmente suponen apenas el 40% de las 1.500 bolsas que se considera la cifra adecuada. El responsable del área de promoción del Centro, Miguel Ángel Barbero, admite que "no estamos en una situación buena, aunque no se ha tenido que suspender ninguna operación vital y ningún paciente que ha necesitado sangre de forma urgente ha dejado de recibirla". Antes de llegar a esos extremos, Barbero explica que se recurre a otros centros de transfusión que abastecen puntualmente al provincial cuando se dan estas circunstancias. Estas colaboraciones entre centros se pueden producir incluso aunque el nivel de reservas no sea el problema, pero sí se precise para un determinado paciente sangre de uno de los grupos menos frecuentes.

Pese a que se intenta encarar el verano con un colchón cómodo que permita aguantar este largo periodo vacacional, las donaciones diarias no son suficientes para dar respuesta a las necesidades, 180 bolsas de sangre al día, lo que obliga a surtirse de las reservas. Según Barbero, en fechas como las vacaciones de Semana Santa o Navidad, es también evidente la bajada de donaciones, pero "al tratarse de periodos más cortos, solemos programar con anterioridad más colectas y así aguantar el tirón. Pero el verano es diferente, es imposible programar con vistas a abastecerse dos meses".

Pese a que pueda pensarse que el cierre de camas, quirófanos y el descenso en definitiva de la actividad asistencial en los hospitales durante el verano hace reducir las necesidades de sangre, el responsable de donación del CRTS mantiene que la demanda sigue siendo importante. "Hay operaciones que no pueden esperar y que necesitan sangre".

Alcanzar las 1.500 bolsas en stock es para el CRTS complicado. En épocas buenas las reservas suelen rondar las 1.000 bolsas, una cifra que, sin excesos, es llevadera y proporciona cierta tranquilidad. "En estos momentos la situación no es buena, pero tampoco se trata de alarmar. Si es verdad que necesitamos bolsas de sangre y sobre todo de los grupos O negativo y O positivo".

La movilidad de los donantes es el principal problema del verano, un obstáculo que el Centro Regional afronta enviando sus unidades móviles a las playas, programando en definitiva colectas donde están los veraneantes. Sin embargo, en la provincia no se dan las circunstancias más favorables para la donación, y uno de estos inconvenientes, según señala Barbero, es la elevada tasa de paro. "Es un factor que influye y mucho, cuando la gente lo está pasando mal para sacar una casa adelante no tiene tiempo para pensar en los demás y donar sangre y aún así se dona, y eso hay que agradecerlo doblemente". Menciona este responsable el hecho de que haya pueblos en la Sierra en los que ha emigrado hasta un 10% de la población y además, personas jóvenes. "Son donantes que se nos van", lamenta. Curiosamente en las poblaciones pequeñas la tasa de donación es más alta que en las grandes, donde es más difícil que llegue la información sobre una determinada campaña de donación. "En un pueblo pequeño, vamos con el autobús y la mitad de la población nos ha visto y se lo cuenta a la otra media y además todo el mundo tiene cerca ir a donar. En Jerez se pueden enterar de una colecta pero les viene mal el sitio". El hecho de que en el hospital de Jerez se encuentren las instalaciones del Centro Regional no parece tampoco una ventaja excesiva. "El hospital está en la periferia, a nadie le pilla de paso ni pasa por allí por casualidad. La persona que nos llega es el que tiene decidido donar".

La labor de captación de donaciones es continua. "Nosotros no podemos parar, porque las plaquetas caducan en cinco días y los glóbulos rojos en 42. En el caso de las plaquetas no podríamos estar más de un fin de semana sin donaciones nuevas. Al tercer día ya tendríamos problemas".

La donación de sangre -insiste Barbero- no tiene apenas contraindicaciones y el donante siempre es sometido previamente a un reconocimiento por los profesionales del centro. "Muchas veces son excusas que se ponen, pero es un acto sencillo e inocuo para el donante". El llamamiento desde el CRTS es en estos momentos claro: en septiembre los hospitales irán recuperando su actividad habitual; es preciso disponer ya de unas buenas reservas y cuando se parte de niveles tan bajos, recuperar las cifras adecuadas es costoso.

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