La cuesta de enero es para muchos padres un paseo frente al final de las vacaciones veraniegas. Los meses festivos de la Navidad son una excusa perfecta y difundida para regalar a todos y desembolsar una cantidad ingente de dinero, según se hable de uno u otro bolsillo. Pero uno de los momentos más difíciles en la vida de quienes se llaman padres es el que tiene como protagonista la compra del material escolar. El deber llama a los pequeños y a los mayores. Provisionarse de lo necesario para empezar con buen pie el nuevo curso académico supone un reto para la nómina y cuenta corriente de una de las ciudades españolas que encabeza la lista de paro laboral.

Papel y bolígrafo, exacto. Si todos los jerezanos decidieran talar los árboles para ahorrarse el papel que sus hijos consumen en ejercicios y actividades, los parques nacionales de España tendrían un serio problema. Antes de todo, desde la Unión de Consumidores de Andalucía "se anima a los padres y las madres a no posponer demasiado las compras, ya que la vuelta al cole puede ocasionar una importante factura que se encarece según avanza el tiempo". Repartir las compras es la recomendación más acertada cuando se trata de listas completas que los jóvenes llevan a casa después de un largo primer día de presentaciones escolares.

Pero la noticia no es nueva. Todos los años se repite la misma situación y ya son comunes los bancos de libros que poseen los colegios así como la vuelta al reciclaje entre hermanos, vecinos y amigos. De esta forma, la UCE y la Universidad de Cádiz animan a que se valore "el material del que se dispone en casa como bolígrafos, mochilas, lápices, que se puedan volver a utilizar y evitar el comprar por estrenar". Igualmente aconsejan no dejarse llevar por los deseos del menor y educarlo en el respeto y la conservación. Aunque no todo es infundir valores a los jóvenes. Cada vez, los materiales son más variados y provienen de marcas innovadoras y competitivas en el mercado. "Escapar a las marcas promocionadas con importantes campañas publicitarias, que en la mayoría de los casos hacen incrementar el precio final del producto", como informan ambos colectivos, supone una batalla entre calidad-precio cuyos peones son los padres, los colegios y los dueños y empleados de las papelerías incluidos.

Desde la Unión de Consumidores se habla de un ahorro del 30% del importe total de la factura final del material, si se toma la opción de acudir a las llamadas 'marcas blancas'. Por esta época, se habló el año pasado de una subida del IVA del 4 al 21%, una de las causas principales por las que las familias iban a tener las compras como un reto.

En cuanto a las previsiones para este curso académico, los alumnos de los colegios públicos se gastarán cerca de 361 euros en total, contando comedor, transporte, uniforme y material escolar. De esa cantidad, 71 euros corresponden al material. Aunque las cifras de los centros públicos son inferiores al año pasado, el aumento se refleja claramente en los centros privados, con cerca de mil euros por niño. A estos colegios hay que añadirles la matrícula y libros que no se cuentan en los baremos anteriores. En cuanto a los colegios concertados, gasto en material escolar que se prevé, de 78 euros por hijo, se acerca a la media del público aunque se observa un leve ascenso en cuanto a uniforme y comedor.

Todo preparado para la esperada, más bien para los padres, 'vuelta al cole', los colegios ya van recibiendo las primeras cajas de herramientas académicas y transmitiendo a las editoriales pertinentes, asociaciones de padres y diferentes librerías encargadas, lo que necesitan para poner en marcha el retorno. En este punto, librerías como la de la calle Honda encuentran muy restrictivas las listas de materiales que los colegios más conservadores remiten a la empresa. Aunque desde la UCA-UCE se aconsejen las 'marcas blancas', esta papelería advierte "una lista detallada y minuciosa sobre el número de materiales, de cada tipo, necesarios y la marca exacta que precisan". Son detalles que solo ven los dueños y empleados de las papelerías. "Las marcas blancas tienen algo positivo. Por ejemplo, en una lista te piden un tipo especial de cuadernos de una marca que sale la unidad a 3 euros mientras que otra marca competente y que solo difiere en la solapa, sale a dos". Como contrapartida, hay papelerías contrarias a las 'marcas blancas' cuando se trata de un material determinado como son los lápices de colores o ceras de plastidecor. Bien conocidos por padres y alumnos, son utensilios con fecha de caducidad cuya mina, según explican en otra papelería céntrica, "por mucho que le eches la culpa al sacapuntas, si es mala o está pasada por ser de un proveedor diferente, no tiene valor. A la larga es peor el remedio al tener que comprar más de un paquete de lápices". Cuando la lucha de precios y marcas en cuanto a objetos básicos como una libreta son comunes, hay casos como el citado anteriormente en que la calidad del material es superior y los padres pagan por lo que compran.

La competencia y lucha, últimamente, se advierte por parte de las papelerías contra los colegios o los comerciantes mismos. Se está dando una venta directa entre los proveedores de este material y los colegios, que anula la función comercial de las papelerías. "Van a los colegios directamente aunque los precios se los dejen igual que desde la papelería. Ya ni hablamos de los libros donde se ahorran euros y no pagan impuestos por esta venta sin intermediarios", comenta un empleado de una papelería jerezana.

El gasto en material escolar es un tema que preocupa a centros comerciales como 'El Corte Inglés', que publicita ofertas competentes para familias numerosas que precisen decenas de libretas. Ante el aumento de precio de los libros de texto en un 0,8% en un año, los colegios se han tenido que adaptar a la reforma educativa de Primaria y FP, con la Lomce. Los cerca de 1.090 alumnos de Secundaria y Primaria del colegio jerezano 'La Compañía de María', han recogido a lo largo de los meses de verano los libros que van heredando los hermanos pequeños de los mayores.

El centro contó con dos cargamentos de nuevos libros que precisaban, debido al deterioro que van sufriendo los mismos, ya que algunos cuentan con cerca de siete años de uso. Pertenecientes a la Federación de Escuelas de Religión católica en España (FERE), la Compañía de María negocia con empresas de papelerías pero cuenta que "existe gran libertad, no tanta obligación". Con el 'cheque libro' calculan el deterioro del 10% de los libros que proceden de la Junta. Pero todo va cambiando y se acerca el nuevo curso escolar con material, ánimos y libros que estrenar.