Una vez al año, y ya van cuatro, el gobierno local de turno convoca el llamado debate del estado de la ciudad, una sesión plenaria con carácter extraordinario donde los partidos están llamados a abordar la situación socioeconómica de Jerez. Sin embargo, la cita acaba derivando en un simple análisis político sobre el Ayuntamiento donde el equipo de gobierno aprovecha para defender su gestión y anunciar proyectos mientras que la oposición se dedica a criticarlo.

La de ayer fue una sesión de discursos previsibles y con visiones antagónicas que corroboró que a todos los grupos, sin excepción, les cuesta elaborar un guión que vaya más allá de lo que ocurre en la calle Consistorio. Aunque hubo ligeras referencias al desempleo y a los problemas sociales generados por la crisis, se echó en falta un análisis certero de la situación actual y de las perspectivas de futuro. Resumiendo, fue una sesión insulsa, soporífera en su mayor parte, alargada en demasía por discursos manidos y con continuos enfrentamientos estériles propiciados fundamentalmente por las interrupciones de la propia alcaldesa a los portavoces de la oposición.

María José García-Pelayo inició la sesión con una intervención de poco más de 25 minutos que centró en hacer balance de gestión de los tres años de gobierno del PP. Al principio de su discurso hizo una mención del paro como "primer problema de la ciudad" pero presumió de que las cifras de jerezanos sin empleo son inferiores a las de hace tres años. Así, destacó los planes de empleo puestos en marcha por las distintas administraciones para hacer frente a esta lacra, aunque reconoció que estas medidas tienen una repercusión temporal y limitada, defendió su gestión en asuntos sociales y anunció nuevas inversiones para reactivar la economía.

No desaprovechó la ocasión para comparar el estado financiero del Ayuntamiento de 2011 y el actual. "La situación no tiene nada que ver con lo que había ya que por primera vez hemos rebajado la deuda", dijo. Y volvió a insistir en una frase de la que ha hecho lema: "El Ayuntamiento ya no es un problema para la ciudad".

Y, para seguir presumiendo de gestión, anunció próximas actuaciones como la intención de solicitar fondos europeos para ejecutar un "plan integral" de rehabilitación del casco histórico -del que no dio más detalles- y un proyecto para la puesta en valor del yacimiento de Asta Regia. Habló también de la próxima habilitación de una especie de línea de crédito para comunidades de vecinos para rehabilitar fachadas e instalar ascensores, una iniciativa que será promovida por la empresa municipal de vivienda, Emuvijesa. Y explicó que se está ultimando la "reorganización de los servicios de barrios" mediante la creación de equipos conformados por trabajadores de las distintas empresas concesionarias responsables de la limpieza pública, el alumbrado o el mantenimiento urbano para acometer actuaciones en los barrios. Finalmente, enumeró algunas de las obras que acometerá la empresa Aquajerez SL, concesionaria de la gestión integral del agua, durante los próximos años, y habló de proyectos como la conversión del edificio de Correos en un centro cultural que sirva de complemento al Villamarta.

Los grupos de la oposición, en cambio, coincidieron en reprocharle al gobierno local la visión "triunfalista" que, a su juicio, mostró en el pleno de ayer incidiendo en sus críticas por el traspaso de la gestión del agua a una empresa privada y por el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) ejecutado en 2012 en el Ayuntamiento -una decena de afectados por esta medida que asistieron a la sesión jalearon a los grupos municipales cada vez que se les mencionó-.

Luis Flor, en representación del PSOE, le espetó a la alcaldesa: "Jerez necesita de un proyecto de ciudad que el PP no ha puesto en marcha". Le reprochó, además, que hiciera un discurso "triunfalista y electoralista" donde no apuntara "cómo paliar los problemas de la ciudad".

Mientras, Rocío Montero, de Foro Ciudadano, enumeró los incumplimientos que asegura adolece la gestión del PP al no haber solucionado "los principales problemas de la ciudad como son el paro y la exclusión social".

Finalmente, José Carlos Sánchez, en nombre de Izquierda Unida, acusó al PP que haber "aplicado el rodillo" en los temas más importantes abordados por el Ayuntamiento. Reiteró que el Consistorio jerezano está "intervenido" por el Ministerio de Hacienda y echó en falta una mayor "participación ciudadana" en la gestión municipal.