Tres atracos en apenas cuatro días (el último de ellos el pasado viernes) han venido a romper la paz de las estaciones de servicio de la ciudad, un sector que se sabe objetivo de los amigos de lo ajeno en cuanto de hacer' caja rápida' se trata. Este caso, pese a todo, es radicalmente distinto a lo habitual pues no se trata de banda organizada alguna, ni siquiera de un grupo local de atracadores que se 'lían la manta a la cabeza' para acometer tal tropelía. Ni mucho menos. El hecho de que el ladrón actuara a cara descubierta -es decir, poniéndose a plena disposición de las cámaras de seguridad- hizo ver a los empleados de las estaciones de servicio afectadas así como a las fuerzas del orden (el Cuerpo Nacional de Policía en este caso) que quien esgrimía el cuchillo estaba desesperado. Lo cual tiene tanto sus pros, como sus contras. Más los últimos que los primeros.

Angel Zamorano, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio, lo dejaba ayer meridianamente claro a este medio: "El atracador ha actuado en tres gasolineras de la ciudad, abordando a los dependientes a punta de cuchillo. Afortunadamente no ha habido desgracias personales".

Las gasolineras que resultaron atracadas, según apuntó Zamorano, fueron las de la cadena BP (British Petroleum) que se ubican en la carretera de Cartuja (prácticamente al lado del puente de Cádiz), la BP de la barriada de La Granja y la gasolinera de la Tanoil, que se encuentra junto a la gran superficie Carrefour Sur en la zona de Puertas del Sur.

El propietario de esta estación de servicio, Joaquín Pérez, destacaba ayer a este medio que el atraco "ha sido sobre todo un susto enorme para el empleado que, afortunadamente, ha cumplido con las recomendaciones que le hemos dado". Dichos consejos de la empresa no son otros que en caso de atraco "se abra la caja, para que el ladrón haga literalmente lo que quiera, como si se quiere llevar hasta los puritos, y se marche cuanto antes. Una vida no tiene precio. Y eso es lo más importante".

El atracador, que según fuentes de las gasolineras consultadas ya ha sido identificado por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía) actuaba armado con un cuchillo. En apenas cuatro días atracó las referidas tres gasolineras lo que provocó un amplio despliegue de agentes del Cuerpo Nacional de Policía que finalmente reportó la esperada recompensa: la identificación del atracador.

Se desconocía ayer si se trataba de un ladrón 'bragado', es decir, con decenas de antecedentes policiales, si bien fuentes de las estaciones de servicio apuntaron a un desconocido "bastante cogido por las adicciones". Es decir, que se trataba de un toxicómano al que "le daban igual ocho que ochenta".

En el 'golpe' que asestó en la gasolinera de la Tamoil en Puertas del Sur el ladrón consiguió huir con 365 euros, una cantidad que se puede considerar máxima si se tiene en cuenta que la mayoría de las estaciones de servicio suelen trabajar bajo la premisa de que "en cuanto se reúnen en la caja 200 ó 300 euros éstos son depositados de forma inmediata en una caja fuerte a la que no tiene acceso el empleado por medidas de seguridad". El dinero queda allí hasta que al día siguiente es recogido.

Según señaló a este periódico el propietario de la Tamoil de Puertas del Sur, con éste "ya son cinco los atracos que hemos padecido en esta estación de servicio en los últimos siete años". Se trata de un dato realmente curioso pues en el resto de gasolineras de este empresario no se han padecido atracos desde hace años.

"En esta estación de servicio -apunta Joaquín Pérez, el dueño- tenemos una clientela variopinta. En la que tanto hay muy buenos clientes, como los médicos y el personal sanitario de la cercana Clínica de Asisa (ahora denominada Clínica Puertas del Sur) como de otra gente que no es tan buena". Se refiere de forma obvia a los 'enganchados' de la zona sur de la ciudad que solían dar disgustos en la gasolinera y que, a la vista está, han vuelto a las andadas.

"El hecho de estar al lado de una zona conflictiva marca nuestro trabajo", declaró Joaquín Pérez a este medio.

Si algo tiene absolutamente claro este empresario de gasolineras es que "cuando un tipo de esta índole se mete en el negocio buscando dinero lo principal es la vida de los empleados. No exagero si digo que están dispuestos a pegar un pinchazo por menos de nada. Es por ello que tengo dicho que caja abierta y que el seguro paga. ¡Que para eso está contratado! A mis 19 empleados se lo tengo dicho", aseguró a este periódico el empresario de estaciones de servicio.