La Unión de Hermandades tendrá nueva sede. Los hermanos mayores aceptaron ayer la propuesta de cesión del inmueble situado en la plaza del Mamelón, de propiedad municipal, para que a medio plazo, posiblemente para antes de la Semana Santa próxima, sea la nueva sede del organismo cofrade. La decisión se tomó ayer tras votarse la propuesta en un pleno extraordinario celebrado en el mismo inmueble, que previamente fue visitado por los dirigentes cofrades.

Finalmente, tras casi dos horas de debate, hubo una votación que a petición del algún hermano mayor fue secreta. El resultado fue 26 votos a favor y 9 en contra, una mayoría suficiente pero no esperada porque las reticencias a quedarse con el palacio Garvey eran muchas y parecía que mayoritaria en el pleno, dado que no se tenía claro para qué quiere la Unión de Hermandades una sede de tales dimensiones si con la de la calle Curtidores -que apunta a quedárselo el obispado para Caritas-, se entiende que es más que suficiente. El Consejo explicó con detalle todo lo concerniente al edificio, su estado, costes de mantenimiento y futuro uso de sus muchos metros cuadrados. Según ha podido conocer este medio, a cada hermandad le costará unos 40 euros más mantener esta nueva sede por lo que la derrama anual por cofradía alcanzará unos 200 euros, eso sí, mientras que no haya que pagar luz y agua, que asume de momento el Ayuntamiento. En caso contrario la cuenta para cada hermandad subirá unos 50 euros.

Se informó del compromiso municipal de asumir algunas obras de adaptación del inmueble, que actualmente ocupan dependencias administrativas del Consistorio, obras cuyo alcance parece que se limitarán a un generoso lavado de cara, pintura y corrección de algunas de las deficiencias más graves como alguna que otra gotera en las cubiertas de un edificio que consta de cuatro plantas.

Otro asunto que se trató fue el de la cesión de dos naves situadas en la zona de Chapín como almacén para las hermandades. Esta iniciativa fue rechazada, de momento, al comprobarse que el estado de las naves precisa de una importante obra como solería y paredes, entre otras, unas intervenciones que asumiría el Ayuntamiento. Pero el problema principal es el espacio, no hay sitio suficiente para acotar unos metros cuadrados para cada cofradía. Otro 'pero' es el de la seguridad. Todo se analizará para tomar una decisión más adelante.