Flaviano Valencia. presidente de Afanas-jerez

"Necesitamos de la sociedad"

  • La entidad que dirige cumple medio siglo por la integración de los discapacitados intelectuales Ismael Jordi ofrecerá un concierto benéfico para la ocasión

-Afanas-Jerez cumple 50 años. ¿Nos hacemos mayores o se mantiene ese espíritu joven?

-Pienso que seguimos siendo jóvenes, pero haciéndonos mayores cada día. La realidad es que a lo largo de estos 50 años, han sido muy diversos los acontecimientos acaecidos en la asociación, que han tenido una gran repercusión en todos los sentidos. Hemos ido cumpliendo con lo que nos marcan los estatutos y, fundamentalmente, con la labor asistencial de enseñanza y de formación de las personas con discapacidad intelectual.

-¿Cómo era Jerez respecto a este tema antes de 1964, cuando se fundó la entidad?

-Difícil en el sentido en que estas personas con discapacidad intelectual estaban prácticamente encerradas en sus casas. La sociedad tenía poco contacto con ella, y viceversa. Por eso, uno de los principales motivos fue crear un colegio con la idea de que los chicos salieran de sus casas y, como es lógico, tuviesen un contacto con la sociedad civil, y que la sociedad los viese desde otro prima. Una labor muy minuciosa, lenta pero que se lleva a cabo gracias al apoyo que se recibe desde las entidades públicas y privadas, los particulares, socios, simpatizantes, artistas...

-¿Y cómo ha cambiado esa visión a lo largo de estas décadas?

-El cambio ha sido archirradical. De personas que antes no eran visibles porque la sociedad no tenía conocimiento de ellas, a hoy, que es algo de lo más natural... Y se está viendo en los medios de comunicación, chavales con Síndrome de Down que desempeñan labores como cualquier otro joven. Un paso muy importante, pero en el que hay que seguir avanzando porque no está todo hecho. Estas personas tienen que ser respetadas, y alcanzar los derechos que tienen por ley. La dignidad y el respeto es fundamental eFn estas personas. Hay que concienciar a la sociedad de que estamos aquí y que necesitamos de ella.

-¿Se puede decir que estos son los principales objetivos de Afanas?

-Bueno, sí. El principal objetivo de la asociación es la plena integración de estas personas en todo lo concerniente al ámbito social. Tienen una mentalidad distinta al resto de las personas, pero con las cuales se pueden conseguir grandes cosas.

-¿Qué es lo más difícil que queda por hacer?

-Mucho, mucho. Porque nos encontramos con la situación de que estas personas van cumpliendo años y llegará un momento en que sus padres y familiares no estén. No hay otra alternativa ya que buscarles soluciones a sus problemas de futuro. Lo fundamental es dotar del mayor número de residencias en las que puedan estar perfectamente. Ese es el problema con el que no encontramos los padres que tenemos un hijo así: cuándo nosotros faltemos, ¿qué será de nuestros hijos Quedarán unos sucesores que continuarán con la labor que Afanas ha desarrollado todo este tiempo, y por muchos años más.

-¿Cómo fueron los comienzos?

-Aunque nació como asociación en 1964, el primer colegio se creó en el 69, allí por la Feria, donde estuvimos 10 años. Con unas instalaciones muy deterioradas, teníamos la necesidad de sustituir aquello por algo más. Y solicitamos al Ministerio de Educación un proyecto para la construcción de un colegio en Jerez. Empezaron los impedimentos. necesitábamos terrenos. Pero Carlos González Rivero nos donó los terrenos del actual colegio La Merced y el centro ocupacional. Proyectos a coste cero que desarrolló Manuel Riquelme. Y de ahí nace el patronato, hicimos un censo de personas en edad escolar con discapacidad intelectual, se llevan acabo labores de captación de socios... El primer presidente fue Antonio Villar, luego Paco Izquierdo..., y una junta directiva que le dio un impulso especial.

-¿Cómo han capeado la crisis?

-Hasta ahora, aunque sin ampliar, al menos no hemos reducido nuestra labor. Hay que ir consiguiendo nuevas facetas. Usted sabe cómo están las Administraciones. Nosotros no tenemos ánimo de lucro, pero tampoco tenemos medios. Dependemos en gran parte de las ayudas públicas, como las plazas concertadas, que la Junta no oferta desde hace más de un año. Pero las necesidades continúan. En Formación de Empleo tuvimos que reducir, con todo nuestro dolor, pero con la idea de reubicar a estas personas en la asociación cuando pase esta crisis.

-Usted lleva ya 20 años como presidente. ¿Cómo entró en Afanas?

-Tengo una hija con Síndrome de Down, con 43 años... Me hablaron de Afanas y ahí empezó todo, ver la problemática, cómo podíamos colaborar... Creo que yo ya he cumplido (ríe). Ya es necesario el relevo con gente más joven porque estar 20 años en un cargo, no es bueno.

-Y para celebrar estos 50 años, nada menos que Ismael Jordi.

-No es fácil, no siempre se cumplen 50 años. El gran tenor jerezano Ismael Jordi, que es amigo, se prestó a colaborar en la celebración con el objeto de ayudar y sacar adelante los fines que perseguimos. Será un recital benéfico el 5 de diciembre, en el Teatro Villamarta. También queremos editar un libro por esta efeméride, que lo está coordinando Begoña García González-Gordon, que está recopilando todos nuestros acontecimientos para que queden reflejados y recordados.

-¿Es solidario el jerezano?

-Sí. Siempre que hemos pedido ayuda, en la medida de sus posibilidades, ha colaborado. La mejor colaboración en estos momentos es que el Villamarta se llene. Y porque el amigo Jordi se merece un teatro a rebosar.

-¿Qué le diría a los padres que acaban de ser padres o van a serlo de una persona con discapacidad?

-Bueno, es un accidente que puede ocurrir, hay que asumirlo. Pero hoy disponemos de medios para poder ayudar a estos niños, y con los años habrá más. Al principio puede generar tristeza, sufrimiento, pero luego te das cuenta de que estos chicos tienen una mentalidad de lo más abierta del mundo, se sienten dichosos, son especiales. La sociedad lo ve ya de lo más natural, pero es normal la preocupación de los padres por el futuro. De hecho, en el año 2000 creamos la Fundación Afanas para velar por los derechos de estas personas. Y un paso importante también son las relaciones que tenemos con la Universidad de Cádiz, con la que hemos desarrollado un montón de proyectos que nos sirven para estar al día, porque es el futuro. Hay que salir al exterior para ver y aprender posibilidades nuevas.

-¿Y qué dejamos para el 75 aniversario?

-Me gustaría ver que la labor no se pierde, que llegan nuevos métodos, soluciones... Y creo que lo conseguiremos.

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