La reacción de los hermanos mayores, y de no pocos cofrades, ante lo sucedido el pasado lunes en la reunión en la que el obispo criticó duramente la iniciativa para comercializar la papeleta de sitio en colaboración con un centro comercial de la ciudad, no se hizo esperar una vez que trascendió a la opinión pública. En general, las apreciaciones son coincidentes en lamentar que no era el lugar ni el momento para que el prelado se pronunciara de la forma tan contundente que lo hizo; que el camino más adecuado era haberlo hecho en privado y al presidente de forma directa, máxime cuando en la reunión había dirigentes cofrades de otras localidades, ya que el encuentro fue a escala diocesana. En ese contexto, se entiende menos la reacción de monseñor Mazuelos que expresó su prohibición a la iniciativa de la papeleta de sitio, que no la siguieran las hermandades y rematando su intervención con una dura reprimenda al presidente del Consejo, Pedro Pérez, presente en el encuentro. De antemano ya se sabía que la idea no gustaba nada en Bertemati y que tarde o temprano se le haría saber a Pérez pero casi nadie esperaba la forma empleada.

Así las cosas, el asunto de la papeleta entra en un segundo plano. Lo que inquieta ahora es qué sucederá o cuál será la reacción del presidente, que ya anticipó a este medio que se remite a un comunicado que no se sabe cuándo se hará público. La situación que se ha creado exige, según las opiniones pulsadas por este medio, que impere el diálogo y que se produzca un acercamiento ante la más que evidente brecha abierta entre el consejo cofrade y el obispado, distanciamiento que ya existía. Lo del lunes no ha hecho más que agudizarlo.

Entrando en los pareceres recabados, el hermano mayor de La Estrella, Manuel Serrano, cree que tiene que existir diálogo entre las partes, "aunque desde el Consejo se actúe de buena fe en este asunto". También manifiesta que no era el lugar para que el obispo reprendiera al Consejo, "lo correcto es hacerlo en privado". Raúl Castaño, hermano mayor del Nazareno, además de señalar que la propuesta de las papeletas no fue aprobada por los hermanos mayores, manifiesta que "no fue el mejor sitio para que el obispo se pronunciara y más cuando había otros dirigentes cofrades de otras localidades". Cataño subraya que "hay un evidente desencuentro con el prelado. Esto es muy triste y más cuando es una situación que viene desde atrás". José Ignacio Soto, hermano mayor de la Vera Cruz afirmar que "la idea de la papeleta de sitio no es operativa y es algo muy serio que no se puede sacar de su ámbito". A su juicio, "el obispo ha dicho lo que tenía que decir sobre un asunto trascendente", destacando además que no fue una idea aprobada por los hermanos mayores.

El hermano mayor de La Paz, Víctor Delgado, opina que aunque guste o no la iniciativa de la papeleta, "la reunión del lunes no era el lugar para que el obispo entrara en el tema y de esa forma ante tantos hermanos mayores ajenos a Jerez. No fue afortunada su intervención porque creo que no era el lugar ni la forma" y concluye diciendo que "si no estaba de acuerdo o le contrariaba el asunto podría hacer citado al presidente en privado. Hay que dialogar". Antonio García-Figueras, hermano mayor de la Defensión, emplaza a las partes a resolver la cuestión y se pregunta: "¿Que era mejor habérselo dicho en privado al presidente? A lo mejor".

El hermano mayor de la hermandad de La Cena, Daniel Romero, entiende que "tanto el Consejo como el pleno tenemos la culpa de lo que sucede. Tenemos que ser conscientes de los asuntos de los que se informan en los plenarios y en el caso de la papeleta, hay que tener más conciencia de lo que se saca adelante. Pero ante todo que se apruebe por los hermanos mayores", y finaliza lamentando que "no podemos estar constantemente en la picota pública ante la sociedad".