El Ayuntamiento adeuda unos 69,3 millones de euros en facturas a proveedores (concesionarias y pymes, fundamentalmente). No obstante, solo se ha logrado reducir en 4,7 millones respecto al pasado año a pesar de que el Consistorio se acogió a otro préstamo bancario para, precisamente, liquidar estos débitos. Estos datos aparecen reflejados en un informe elaborado por la Tesorería Municipal y publicado en el portal de transparencia de la entidad local. En él se pormenoriza por trimestres tanto las facturas pendientes de pago como los abonos realizados entre 2012 y 2014.

Las cifras reflejan una conclusión ya conocida: el Ayuntamiento jerezano sigue sin tener la capacidad suficiente para afrontar sus pagos en plazo puesto que solo un 7,2% de la cuantía pendiente (unos 5,3 millones) procede facturas fechadas entre agosto y septiembre. La ley ya obliga a las entidades locales a pagar en un plazo de 30 días, un límite que Jerez sobrepasa ampliamente.

Sin embargo, arroja otra conclusión que no es otra que, aunque los tres préstamos para liquidar facturas suscritos por el Ayuntamiento, que han superado los 400 millones, hayan servido para que los proveedores cobren, no ha supuesto un punto y final en el problema endémico de la acumulación de facturas impagadas.

Con los dos primeras convocatorias de préstamos, el Consistorio logró reducir su deuda comercial en un año de los 230 a unos 32,3 millones. Sin embargo, a partir de ahí empezó a subir hasta alcanzar los 74 millones en el tercer trimestre de 2013.

En octubre del pasado año, el gobierno local decidió acogerse a una nueva convocatoria de estos préstamos por un importe de 41,8 millones, ocasionando la lógica bajada en los débitos pendientes en los dos trimestres siguientes -a principios de año se situó en 43 millones-.

Pero una vez acabada la repercusión de este ingreso extraordinario, la deuda ha regresado a su senda alcista cerrando el pasado mes de septiembre con un débito de 69,3 millones. Ni siquiera, el gobierno local ha logrado cambiar esta tendencia a pesar de que recurrió a otro ingreso extraordinario, concretamente el segundo abono del canon por el traspaso de la gestión del agua que ascendió a 40 millones.

Los planes de pago a proveedores posibilitaron que las firmas contratadas por el Ayuntamiento para obras y servicios cobraran pero esta deuda comercial pasó a tenerse con los bancos. El débito con las entidades de crédito ascienda a 563 millones de euros, según datos del Ministerio de Hacienda correspondientes a 2013. Se da la circunstancia que el Consistorio también tiene dificultades para afrontar estas obligaciones pues, según se recogía en el grado de ejecución del presupuesto del pasado año, solo se había liquidado un 7% de las amortizaciones comprometidas. Es más, parte de los ingresos estatales que debería recibir el Consistorio se destinan para paliar parte de este adeudo, tal y como se acordó con el Ministerio de Hacienda.

Los datos publicados por la Tesorería también detallan los pagos realizados por el Ayuntamiento desde 2012. La tónica es que los mayores abonos se producen en los segundos y cuartos trimestres de cada ejercicio, periodos en los que cuenta con más liquidez por la recaudación de los principales tributos. Eso sí, en lo que va de año ha pagado unos 900.000 euros menos que en el mismo periodo de 2013. Además, se da prácticamente por seguro que en este último trimestre no se alcanzarán las cifras de liquidación de facturas registradas el pasado año, donde gracias al préstamo ICO se abonaron más de 35 millones de euros.

Desde que se han ido conociendo los niveles de deuda con proveedores y el periodo que tarda en abonar facturas, el gobierno local ha defendido su gestión afirmando que el Ayuntamiento antes no pagaba y ahora sí, aunque sea tarde. También ha defendido que era necesario acogerse a los planes de pago para liquidar adeudos "históricos" con los contratistas municipales.