Los seis detenidos por la masiva reyerta que acaeció en la barriada de Cerrofruto Nuevo el pasado 4 de noviembre han quedado en libertad por orden judicial a la espera de que se celebre el preceptivo juicio.

Según ha podido saber este medio, hasta el momento ninguna de las dos familias implicadas en el sangriento suceso ha presentado denuncia contra la otra parte. Se trata de una especie de 'Ley del Silencio' que se ha establecido para dejar lo ocurrido en nada. Es más, ni siquiera en las declaraciones prestadas en sede judicial han acusado a sus agresores. Este hecho ha provocado que los acusados -de los que dos están acusados de intento de homicidio- hayan quedado en libertad con cargos.

En caso de que esta tónica persista deberá ser la Fiscalía, el ministerio público, la que cargue con todo el peso de la acusación ya que, de seguir así, es bastante probable que no haya siquiera una acusación particular.

Los hechos, como se recordará, fueron especialmente sangrientos. No en vano, una reyerta entre dos familias de la barriada provocó que dos de los acusados agredieran a otros con armas tan peligrosas como una motosierra (la cual dejó literalmente con las tripas al aire a una de las víctimas) mientras que otro sufrió en la cabeza un golpe de azadón que le fracturó parte del cráneo.

Se desconoce, aunque parece muy probable, que una especie de 'Ley del Silencio' se haya instalado en el barrio con el objetivo de que tan sangrienta reyerta pase lo más desapercibida posible y las consecuencias penales sean las menores.

Puede tratarse, apuntaron ayer a este medio fuentes legales, de un craso error pues este tipo de delitos, aquellos en los que la integridad de las personas y su vida se ven en riesgo, son perseguidos de oficio, es decir, haya o no haya denuncia se persigue a los presuntos responsables para que aporten su versión de los hechos ante la Justicia y se depuren las correspondientes posibilidades.

Un hecho que viene a certificar todo esto es que el caso se verá bajo la 'fórmula' de sumario, es decir, que será la Sección Octava de la Audiencia Provincial la que se encargue del enjuiciamiento de los acusados, los cuales ascienden en este momento a media docena. Si los hechos acontecidos en esta multitudinaria reyerta van a parar a la Audiencia Provincial es, simplemente, porque cabe la posibilidad de que sean castigados con penas superiores a los seis años de cárcel.

En el seno de la pelea, dos personas que ejercen labores profesionales de jardineros se acercaron al vehículo con el que operan profesionalmente y tomaron las herramientas que utilizaron en la presunta agresión a vecinos de la zona.

Los hechos adquirieron notable trascendencia después de que se conocieran los detalles de los mismos, tanto por lo sangrienta como por lo violenta que resultó este disputa. No en vano uno de los heridos -el que resultó herido con la motosierra- acabó con el paquete intestinal al aire, lo que da idea de la gravedad de los hechos.

Las fuerzas del orden calificaron a comienzos del pasado mes de noviembre la reyerta como "una verdadera batalla campal" en la que tuvieron que poner paz y grilletes agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local.