Jerez celebró ayer el último fin de semana con zambombas a la espera de que las auténticas, las genuinas, que no son otras que aquellas que toda familia celebra en su casa la noche del 24 de diciembre, tengan lugar dentro de apenas tres días.

Si algo marca la zambomba jerezana es su carácter flamenco. El 'Adeste Fideles', que en momentos de general algazara puede convertirse en el 'cómete los filetes', no tiene cabida. Ya se sabe que la tierra tiene sus villancicos y si los importa, como el 'Pero mira cómo beben los peces en el río', los pasa por el torno de su inspiración, de su sonsonete, y los reconvierte.

Ese carácter flamenco provocó que ayer hubiera quien se dirigiera a Jerez de forma ex profesa para formar parte (más bien a escuchar si no has tenido la suerte de que los patrones del compás formen parte de sus genes) de dos zambombas especiales y auténticas como pocas, cuales son los casos de la del Barrio de Santiago y la del Cristo de la Expiración.

Saber el número exacto de las fiestas navideñas que ayer se celebraron por Jerez es poco menos que imposible. Si nos atenemos a datos oficiales en la ciudad se celebraron ayer 22 zambombas, con inicio sobre todo a partir de las 21 horas, si bien otras muchas comenzaron en el entorno de las dos de la tarde.

Pero lo más curioso es que fue el viernes por la noche cuando las fiestas navideñas de Jerez eclosionaron en la ciudad al inicio del fin de semana. Hubo dos citas especialmente destacadas, sin desmerecer a todas aquellas que, a veces hasta de forma espontánea, surgen en cualquier asociación, colectivo o barra de bar. Se trató de la zambomba de la Cruz Vieja, organizada por los vecinos de San Miguel, delante del Palacio de Villapanés y ante la estatua de Lola Flores, así como la de la Peña Flamenca 'Los Cernícalos', que vivió una noche de alegría después del enorme disgusto que provocaron recientemente los ladrones que asaltaron la sede del conocido colectivo flamenco.

La de 'Los Cernícalos' es una celebración de las de antes, participativa, donde no falta la zambomba, las palmas a compás y los cantes por bulerías de la tierra. Allí estuvo el cuadro de Ana María López así como sus alumnos, dándolo todo para que el nivel de alegría no disminuyera un ápice.

En lo que respecta al día de ayer, resultó muy destacable el nivel de público que se concentró por el centro, especialmente en la plaza del Arenal. La plaza de las Angustias estuvo igualmente concurrida, al coincidir la de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias y la de un cercano bodegón que abrió sus puertas de par en par para que el público accediese al mismo.

¿Dónde hubo ayer zambombas? Pues básicamente por toda la ciudad. Allí donde un grupo se concentrara y hubiera ganas de fiesta se entonaban villancicos. Para muestra, vayan estos botones: en la plaza del Arenal la asociación de caridad 'Zaqueo' organizó la suya al mediodía, 'La Guardia del Ángel también montó la suya en la calle Porvenir, así como 'Apersoje' en la Sala Paúl, o los cofrades de Jesús de la Fe en la calle Morenos.

También hubo zambomba en la Barriada España, concretamente en la calle José María Pemán, a cargo de la asociación taurina 'Capote y Compás', al igual que en los 'Amigos de Brasil' en la calle Amianto o 'Los Kananos' en Puertas del Sol o la bodega 'El Cuadro' en Diego Fernández Herrera. Otros lugares donde no faltó el ambiente fue en la zona de Chapín, gracias a sus vecinos, así como en numerosos negocios hosteleros, caso del tabanco 'La Lola', en 'Damajuana, en 'Talabar' (calle Lancería), en los bares de la Plaza Canterbury, en 'Lacre (en la avenida Domecq), la 'Taberna San Agustín', el 'Mesón de Paco (calle Arcos) o el 'Bar Alboronía' en el Zoco de Artesanos de la plaza Peones.

Lo dicho, fue un día para no parar y de hecho no se paró. Hubo hasta quien enlazó.