Laboral

La regularización del empleo doméstico, lejos de las expectativas

  • La Mesa Técnica sobre el sector lamenta el escaso cumplimiento de la normativa que pretendía dignificar este tipo de trabajo. "La crisis ha servido como excusa", afirma Ceain.

El empleo doméstico, como la mayoría de los sectores, no ha sido ajeno a la crisis, las ofertas han descendido y la mala situación económica, entre otros factores, ha lastrado la regularización del sector, al menos en la medida que se esperaba, muy lejos de las previsiones que existían para que aflorase la economía sumergida instalada en el mismo. "Sí que se han dado altas en la Seguridad Social, pero no lo que se preveía", afirma Matilde Vázquez, trabajadora social de Cáritas y miembro de la Mesa Técnica por el Empleo Doméstico de Jerez, de la que forman parte también el Centro de Acogida de Inmigrantes (Ceain) y la asociación Accem. En un encuentro mantenido esta semana sobre este sector, se puso de manifiesto las condiciones precarias en las que aún trabajan los empleados domésticos, en su mayor parte mujeres, pese a que durante los peores años de crisis, se incrementó la demanda por parte de hombres. "Lo que ocurre es que aún hay reticencias a contratar hombres", explica Vázquez.

El director de Ceain, Francisco Morales, admite que los objetivos sólo se han cumplido a medias y que queda aún mucho camino por recorrer. "Se ha avanzado muy poco a poco y habría que hacer una evaluación de lo que está fallando". La Mesa Técnica de Empleo Doméstico de Jerez nació en 2006 en el marco de una campaña de sensibilización que desarrolla Andalucía Acoge (a la que pertenece Ceain) bajo el lema 'Empleada, ni sirvienta ni criada'. "Fue a partir de entonces cuando empezamos a reclamar la regularización de esta actividad, perseguíamos que hubiese una normativa que regularizará el sector y lo equiparara al régimen general. Se consiguió una norma que lo aproximaba a ese régimen, aunque con sus singularidades". A finales de enero de 2012 el Gobierno puso en marcha su integración en el Régimen General de la Seguridad Social, con un periodo transitorio de seis meses para regularizar la situación de las empleadas domésticas. A estas alturas, Morales asegura que "ha habido un bajo cumplimiento de la normativa. Las razones son diversas, una de ellas la crisis, que se ha utilizado más bien como excusa". Morales opina que tampoco ha habido por parte de las Administraciones una campaña de información, en la que se pusiesen de manifiesto las ventajas y beneficios para las dos partes del cumplimiento de la normativa. "Siempre hemos pensado que el servicio doméstico era un importante yacimiento de empleo, que necesitaba una mínima cualificación de los que trabajan ahora en la economía sumergida".

El responsable de Ceain afirma que el peso de las personas inmigrantes en el sector es muy significativo, aunque se carecen de datos oficiales y sólo se manejan los que proceden de las organizaciones sociales. Ceain sigue reclamando que el empleo doméstico se incluya dentro del catálogo de puestos de trabajo de difícil cobertura, un instrumento en el marco de la Ley de Extranjería que permite la entrada de personas de otros países de forma regular al llegar con una oferta de trabajo. "No tiene sentido que no se incluya el servicio doméstico, al que se están dedicando muchos inmigrantes. Si estuviese dentro de este catálogo, los que ya se encuentran aquí de forma irregular y trabajando en este sector tendrían oportunidad de regularizar su situación".

Al igual que en Ceain, desde el servicio de orientación laboral de Cáritas se lleva a cabo una labor de información sobre las ofertas de trabajo en este sector, sensibilizando también sobre la necesidad de dignificar este tipo de empleo "ya que sigue siendo un sector maltratado en el ámbito de las relaciones laborales".

Desde Cáritas se es consciente además de la importancia de este sector en el mantenimiento de la economía de los hogares para un gran número de familias que recurren a esta institución. "Una gran mayoría de mujeres que acude a Cáritas se ha dedicado o dedica al servicio doméstico, pero con la crisis los hogares han recortado en ese tipo de gastos y a muchas les cuesta encontrar ofertas de trabajo", mantiene Vázquez. "Nosotros informamos de cuáles son las condiciones mínimas que se deben respetar. Nos encontramos con empleadores que al principio bien, pero con el tiempo empiezan a pedirles otras tareas de forma que al final asumen labores que ya no se corresponden con el salario o las condiciones pactadas".

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