Inspectores de Consumo de la Junta de Andalucía están realizando exámenes del etiquetado y la composición de vinagres en distintas provincias para verificar el cumplimiento de la norma de calidad para la elaboración y la comercialización de este producto. En total se realizarán en las provincias de Cádiz, Córdoba y Jaén 74 controles -60 de etiquetado y 14 toma de muestras para su ensayo en laboratorio-, casi la mitad de los 125 previstos por Consumo en distintas comunidades autónomas.

Esta acción se enmarca en una de las trece campañas de inspección nacionales en las que participará Andalucía durante 2015y que abarcan la vigilancia de productos alimenticios, productos industriales y la prestación de servicios.

Las inspecciones se realizarán hasta el próximo junio, según las directrices marcadas por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, en el marco de una campaña en la que también participan las comunidades autónomas de Asturias, La Rioja, Madrid y Murcia.

El objetivo es obtener información y resultados analíticos para lograr un conocimiento más completo de este grupo de alimentos y su problemática, detalla la Junta. De este modo, una vez analizados y elaborados los datos se podrán adoptar las medidas necesarias para garantizar los derechos de las personas consumidoras.

Asimismo, se pretende sensibilizar a fabricantes, distribuidores y a los agentes que intervienen en la cadena de comercialización de la obligatoriedad de poner a la venta productos que cumplan los requisitos exigidos por la normativa en vigor.

Para un muestreo más amplio, la mitad de las actuaciones se centrarán en productos andaluces y la otra mitad en productos de otras comunidades autónomas.

En el desarrollo de la campaña de inspección se van a analizar todo tipo de vinagres existentes en el mercado y reconocidos por la normativa de aplicación, tales como el vinagre de vino -entre los que figura el de la Denominación de Origen de Jerez-, de frutas o vinagre de bayas, de sidra, de alcohol, de cereales, de malta, balsámico, entre otros.

Algunos de los aspectos que verifican los inspectores es si en el etiquetado figuran el nombre o razón social del responsable, la denominación de venta del vinagre, los ingredientes, el grado de acidez, el lote y la cantidad neta, y si el etiquetado se presenta en la lengua oficial del Estado.

Los incumplimientos o irregularidades en esta materia son calificados como leves por la Ley de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía y llevan a aparejadas sanciones de entre 200 y 5.000 euros.

La Secretaría General de Consumo recomienda leer bien el etiquetado, consumir sólo productos de procedencia conocida y perfectamente identificados en el rótulo, verificar que aparece el lote del producto y comprobar la lista de ingredientes, entre otros.

Por otra parte, las indicaciones obligatorias del etiquetado de los productos alimenticios que se comercialicen en España deben expresarse, al menos, en la lengua española oficial del Estado.

En la plataforma multicanal de Consumo Responde y en las redes sociales se puede obtener más información sobre el etiquetado de alimentos con consejos y recomendaciones, garantías y derechos de las personas consumidoras y usuarias y la forma de ejercerlos.