El Rocío

Fin a nueve días de una intensa romería

  • La hermandad rindió ayer el camino regresando a Santo Domingo tras hacer el habitual recorrido por la ciudad. Los rocieros jerezanos disfrutaron de una animada bienvenida con numeroso público en las calles.

Terminó el Rocío 2015 para la hermandad de Jerez. Ayer culminó el regreso a la ciudad con una entrada que estuvo arropada por numeroso público en las calles, el cual dio una animada bienvenida a los rocieros tras nueve días de romería, que han sido intensos y con un denominador común: el alegre y participado talante que ha mostrado la caravana rociera con una absoluta empatía con la junta de gobierno y colaborando en todo instante con lo que la hermandad iba requiriendo según las circunstancias del camino. Ese 'feeling' fue fundamental para que el ambiente en todo momento fuera de disfrutar de esos instantes que se presentaban en cualquier punto del camino o en la misma aldea. No se dudó en parar el Simpecado cuando las peñas o grupos diversos pedían tener unos instantes de cante y oración.

Ha sido también una romería donde los gestos de agradecimiento y de reconocimiento han estado presentes, tanto por parte de la hermandad como de la gente rociera hacia el hermano mayor y su junta de gobierno, porque ha sido el Rocío del adiós de Isaac Camacho como hermano mayor y eso se ha notado. No cabe duda de que su paso al frente de la corporación rociera ha sido fundamental para normalizarla e impulsar proyectos como el social, de afianzar el cuerpo de hermanos haciéndolo crecer y de, como expresó a este medio el día de la salida, conseguir que el rociero jerezano se sienta orgulloso de pertenecer a su hermandad. Camacho ha dejado su huella con una eficaz, amable, caballerosa y eficiente gestión.

La secuencia de la llegada siguió el guión de costumbre con la recepción en San Juan Grande, que fue pasadas las 20,30 horas, más tarde de lo previsto por el retraso que provocaron los pinchazos en las ruedas de dos carros, para seguir hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Merced, donde se cumplimentó a la Patrona con unos rezos dirigidos por fray Juan Carlos Mancebo y con la presencia del estandarte de las hermandades del Transporte y de la Virgen de la Cabeza. Antes de alcanzar la puerta del templo mercedario, la peña 'El Viejo Simpecao' ofreció su bienvenida con una petalada muy especial, más intensa, como homenaje a la junta saliente.

La siguiente parada fue en la esquina de La Victoria, donde la hermandad de La Soledad recibió a los rocieros del mismo modo que hizo cuando se marcharon el pasado miércoles. Precisamente, las hermandades de penitencia que mantienen relaciones con la del Rocío se sumaron a la llegada en diferentes puntos como en la calle Ancha con la Buena Muerte, Desconsuelo, Prendimiento, Rosario o, en la Alameda de Cristina, donde la del Nazareno también recibió a los romeros y a la carreta de plata en la que permaneció el cirio que se entregó el día de la salida, una cera chorreada de una Madrugada a los pies de la Virgen del Traspaso.

Ya casi en la puerta de Santo Domingo, donde aguardaba la hermandad del Huerto, se llevó a cabo la despedida de la caravana, desde los carros hasta los vehículos, con el Simpecado vuelto hacia ellos y la junta de gobierno flanqueándolo para mostrar su agradecimiento a todos los que han hecho posible una nueva romería. La entrada del Simpecado en el templo dominico sí fue el final de todo. En manos de un emocionado Sergio Gutiérrez, secretario de la hermandad, que tomó el estandarte tras ser colocado en su asta, hizo una entrada pausada, como no queriendo llegar al final de la nave de Consolación; como queriendo parar el tiempo para que esa última vez en la hermosa misión de ser el portador del emblema rociero no acabara nunca. Entre tanto, el cordón dorado que cuelga en los flancos del Simpecado fue constantemente acariciado por los devotos que arropaban su caminar, para impregnarse o quedarse con algo de todo lo que el Simpecado morado trae del Rocío, del mimo modo que el romero que demandaba la gente a los rocieros que generosamente regalaban como un aromático trocito de la tierra donde la Virgen toma su nombre de marismeña.

Se acabó el Rocío de 2015 y llegará el de 2016 que traerá como novedad un nuevo hermano mayor y junta de gobierno, para que el que ya se vislumbra algún candidato, destacando la posible propuesta de Raúl Rodríguez, rociero experimentado que fue alcalde de carretas y veterinario de profesión.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios