Los datos dados a conocer esta semana por la Agencia Tributaria sobre el balance del ejercicio fiscal 2014 dan algunas pistas sobre recuperación económica en la provincia. El caso más significativo es el del Impuesto de Valor Añadido, el IVA, que grava directamente el consumo. El incremento de la recaudación por este factor, después de dos años de caída debido, precisamente, a elevarse el tipo en 2011 y a la caída generalizada del consumo, se elevó en el último ejercicio por encima del 15%. Esto ha supuesto, con relación a 2013, que las arcas del estado han incrementado la aportación de la provincia en más de cien millones de euros.

En este balance, sin embargo, se observa un hecho curioso que es el distinto comportamiento en las dos delegaciones de la Agencia Tributaria de la provincia, la de Cádiz y la de Jerez. Jerez tiene un volumen de recudación infinitamente menor, como demuestra que haya cerrado el balance del año con 190 millones de recaudación (un millón de euros menos que el ejercicio anterior) mientras que la Agencia Tributaria de Cádiz, que abarca el resto de la provincia, haya estado en uno de sus mejores años de recaudación con 1.382 millones de euros, un 11% más que en 2013.

Con sus diferentes escalas, se podría decir que Jerez no ha iniciado todavía la senda de recuperación de recaudación que se observa en la mayoría de las delegaciones del resto del país. En el caso del IVA, que ya había perdido en 2013 más de un 7% con respecto a 2010, ha vuelto a tener un balance negativo, perdiéndose un millón y medio de euros con respecto al anterior ejercicio.

En las dos delegaciones, entre Jerez y Cádiz, sumaron cerca de 900 millones euros de los 56.000 millones que en 2014 se recaudó por el segundo impuesto que más aporta a las arcas del Estado (más de un 5% del PIB), lo que es uno de los más elevados ingresos de toda la región por el IVA. Esta cantidad jamás se había visto en la provincia por este concepto y da muestra de un mayor movimiento de la actividad comercial.

Sin embargo, el impuesto de sociedades, que mediría el grado de actividad empresarial -aparte de otros muchos conceptos-, se ha visto incrementado en Jerez y cae en la delegación de Cádiz, lo que nos ofrece una lectura de clave de recuperación para la primera. El caso de Jerez, además, ha sido notable, ya que el incremento ha sido del 90% y donde más se ha incrementado porcentualmente es en el apartado de retenciones de capital, un cajón de sastre donde funcionan casi todos los productos bancarios y seguros de vida.

Por su parte, en Cádiz, siguiendo la tendencia del país, la recaudación sobre el impuesto de sociedades ha caído un 6% con relación al año pasado, pero se ha superado el enorme bache que supuso el año 2011, donde la recaudación se desplomó a los 52 millones. En 2014 se rozaron los 70 millones. Ese 6% de caída es la media nacional y Hacienda lo ha justificado por el incremento de las devoluciones. Contando con que un 14% del tejido empresarial de la provincia se ha ido al garte con la crisis estos datos hablan de una estabilización que debería ser el preludio del relanzamiento.

En cuanto al principal impuesto, el IRPF, que fija la fotografía de la renta de los asalariados, prinicipalmente, a los que se les han bajado los sueldos y se les han subido los impuestos durante esta crisis, Cádiz y Jerez vuelven a tener comportamientos distintos. En Jerez se perdieron tres millones respecto al ejercicio anterior en el global, que, hechas las sumas y las restas, provinene principalmente de una recaudación inferior (seis millones de euros) en las rentas del trabajo. Sin embargo, en la delegación de Cádiz se ha alcanzado una cifra récord de recaudación, con más de 325 millones de euros, unos 45 millones sobre el ejercicio anterior. Esto es algo más de un 15%. Sólo una delegación en toda España, la de León, ha experimentado un incremento como la de Cádiz y las dos que la siguen, Soria y Zamora, han estado en el 14 y el 13%, respectivamente.

Donde también se ha producido un incremento es en la presión por faltas y retrasos en los pagos, algo que los contribuyentes llevan notando -el aliento en el cogote de Hacienda- en los últimos ejercicios. Y en 2014 esta presión no ha cesado. Casi dos millones de eruos más que en 2013 se cobraron por recargos y apremios, situándose la cifra casi en los diez millones de euros, lo que es un incremento nada menos que del 23%. También el cobro de intereses de demora, con un 10% más, supuso un buen pellizco de casi cinco millones de euros, y las sanciones se elevaron un 1,8% con respecto al año anterior. Por hacernos una idea de cómo han cambiado las cosas, en las delegaciones de Jerez y Cádiz se recaudó en el año 2007, el año anterior a la crisis, 12 millones de euros por estos desfases de los contribuyentes. En el ejercicio del que se acaba de hacer balance, el de 2014, fueron más de 21 millones de euros. Los planes de la Agencia Tributaria de rascar de todo lo que quedara pendiente se han cumplido a rajatabla, por lo menos en los contribuyentes que son fáciles de controlar.

Casi a modo de anécdota, o no tanto, llama la atención la caída de los impuestos especiales, principalmente los derivados de las tasas de alcohol. En Jerez cayeron un 35% en el último ejercicio, cinco millones menos. En el resto de la provincia supusieron casi diez millones menos, una caída de un 12%, compensada en parte por una subida de los impuestos sobre la cerveza de un 80%.