La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro de Jerez (Acoje), Nela García, confía en que la compañía suministradora de electricidad Endesa abone en septiembre las indemnizaciones a los comercios que se vieron afectados por los cortes de luz que acaecieron en el centro de la ciudad durante dos días después de que a la una y media de la tarde del 6 de julio salieran ardiendo tres transformadores en una subestación ubicada en la calle Caracuel.

Según apuntan desde Acoje, "en total se vio afectada una decena de empresas que demandan, como media, entre 10.000 y 15.000 euros" en concepto de indemnización "si bien algunos comercios padecieron mayores perjuicios al perder alimentos perecederos".

Al parecer las altas temperaturas imperantes en los primeros días de julio en combinación con la elevada demanda eléctrica de la zona para surtir a los aires acondicionados provocaron el siniestro. Hay fuentes que apuntan igualmente al hecho de que el equipo ya tenía varios lustros de antigüedad.

En su conjunto, y a 'grosso modo', la presidenta de Acoje, Nela García, destaca que "el conjunto de las indemnizaciones estará en el entorno de los 200.000 euros", o lo que es lo mismo, unos 33 millones de las antiguas pesetas.

"En todo momento -destacó la máxima representante de los comerciantes del centro- hemos pedido celeridad, que el proceso vaya rápido y no haya dilaciones". Según se espera desde el seno de Acoje, en septiembre podría quedar finiquitado este desagradable incidente que obligó a una decena de tiendas y comercios del centro a cerrar sus puertas al no poder atender a sus clientes con la debida diligencia.

A todo ello se une que 175 domicilios (entre ellos la totalidad de los vecinos del inmueble número 13 de la calle Caracuel) quedaron sin energía eléctrica durante 24 horas en plena ola de calor (la primera del verano). La mayor parte del resto de los afectados se ubicaron en el barrio del barrio de San Pedro.

Los comerciantes se unieron para pedir daños y perjuicios por estas razones. El suministro recuperó la normalidad a las dos de la tarde del 7 de julio, 24 horas después de que el fuego arrasara la subestación. Pese a todo, la continuidad del servicio eléctrico se vio en entredicho pues se padecieron diferentes apagones parciales que enfadaron, en sobremasía, a los comerciantes de esta zona del centro urbano.