Vecinos de las viviendas colindantes a la Plaza de Toros, además de varios establecimientos hosteleros situados en el perímetro de la misma, denunciaron ayer la falta de alumbrado existente en las zonas, una situación que vienen reclamando desde hace casi dos meses pero que actualmente siguen sin obtener una solución.

De esta forma, todo lo que comprende el final de la calle Circo y los aledaños al coso jerezano se encuentra a oscuras cada noche, una situación que para los vecinos supone "un peligro y sensación de inseguridad porque no se ve nada", confesó ayer una inquilina de un piso de La Constancia. Para los establecimientos hosteleros de la zona, por su parte, esta situación "repercute a la imagen del negocio, y lo más preocupante, la imagen de la ciudad, ya que hay mucha gente que viene de fuera y cuando ve este panorama...".

Los afectados aseguran que desde hace más de un mes y medio "no hemos parado de llamar al Ayuntamiento para que solucionen el asunto, que cambiaran las bombillas o arreglasen las farolas, pero parece que no sirve de nada porque todo sigue igual", señala otro residente.

Lo más llamativo es que las mismas fuentes vecinales destacan que las farolas permanecen encendidas durante el día y "luego, cuando anochece, se apagan, es como si tuvieran el horario de otro continente, incomprensible".

Desde la vertiente hostelera, unos de los más afectados por la falta de luz durante la noche, reconoce que ha llevado las pertinentes quejas hasta Horeca, "pero de momento no ha servido de mucho". Los hosteleros denuncian además que la falta de alumbrado "se está produciendo desde principios de verano, y ya creo que ha habido tiempo para solucionarlo".

Otro de los afectados, el hostelero Juan Miguel de la Flor, responsable del Restaurante Tendido 6, admitía ayer que "de noche da miedo pasar por aquí, parece que estemos en una ciudad fantasma. En mi caso, los clientes sólo se libran porque tengo puestos unos focos delante del negocio, pero así no se puede seguir, al final me pasará factura".