Inmediatamente después de que el Ministerio de Hacienda permitiese a Sevilla contar con una zona franca, se autorizó al consorcio gaditano que, a modo de compensación, pudiera ampliarse a otros municipios ante la imposibilidad de hacerlo en suelo capitalino. Desde un primer momento, se incluyó a Jerez entre las ciudades 'beneficiarias' de estos planes expansionistas pero aquel anuncio se hizo hace más de dos años. Sin embargo, a día de hoy las intenciones no han dejado de ser intenciones.

Este medio preguntó al consorcio sobre la situación de este proyecto y fuentes de este organismo limitaron a señalar que, por el momento, "no hay noticias". Esta ausencia de novedades ha motivado que recientemente el gobierno local, ahora en manos del PSOE (Zona Franca está dirigida por el PP), mostrara sus dudas sobre las intenciones reales del ente aduanero para implantarse en la ciudad. Eso sí, en sus últimas intervenciones, el delegado especial de la Zona Franca, Jorge Ramos, mantiene sus planes para la ciudad y sitúa la ampliación del recinto fiscal en la provincia en un horizonte de dos a cinco años.

En torno al mes de septiembre de 2013, Zona Franca y Ayuntamiento (entonces con el PP en el gobierno municipal) se sentaron para estudiar posibles ubicaciones decidiéndose que la más idónea era la Dehesa de Siles, un enclave de cerca de 400.000 metros cuadrados ubicados entre el Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA) y el aeropuerto. Las ventajas para este emplazamiento eran que la tramitación urbanística para su puesta en carga sería relativamente sencilla puesto que son unos suelos destinados para actividades industriales (así lo recoge el Plan General de Ordenación Urbana). Además, ya contaba con algunas figuras urbanísticas aprobadas como el plan parcial aunque ahora tendría que procederse a redactar los proyectos de urbanización y de reparcelación. En cambio, el problema radicaba en que estos terrenos están en manos privadas por lo que debía iniciarse un proceso de negociación con los propietarios ya que se descartaba una expropiación ante las escollos legales y la lentitud burocrática que supone esta vía.

Sin embargo, 14 meses después, el ente modificó sus planes iniciales. No descartaba la creación del recinto fiscal pero comenzó a hablar de la posibilidad de construir un depósito franco (un proyecto menos ambicioso) en los terrenos que se alquilaron a Zahav, la firma que anunció la instalación de una fábrica de ensamblaje de vehículos pesados que ha acabado siendo un 'bluf', a la que se le añadiría una parcela anexa en manos del Ayuntamiento. El gobierno local vio entonces una alternativa para resolver el conflicto que mantiene con la firma ya que se niega a devolver los terrenos -de hecho, Zona Franca reconoció que estaba negociando con sus representantes una posible adquisición-. Sin embargo, diez meses después del anuncio, tampoco hay novedades. El Ayuntamiento, a través de la ya desaparecida Emusujesa (la empresa municipal del suelo) mantiene la querella contra Zahav para la reversión de los suelos al patrimonio municipal ante los incumplimientos de esta sociedad -a día de hoy solo hay una nave que no se ha terminado de construir-.

Mientras tanto, Zona Franca ha apostado por el momento por desarrollar el recinto franco planeado en Los Barrios -cuando aún se hace necesaria una modificación del PGOU para poder desarrollarlo- y por ampliar el de Cádiz con la adquisición de los suelos de la antigua Altadis (Tabacalera). En julio anunció que ya había solicitado a la Dirección General de Aduanas e Impuestos Especiales la condición de recinto fiscal de ambos enclaves.