Trece centros educativos de la ciudad han sido reconocidos por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía por su trabajo en el fomento de la convivencia positiva durante el curso 2014/15. Dichos centros, entre los que se encuentran CEIP, IES y Ceper, se encuentran adheridos a la Red Andaluza Escuela Espacio de Paz como Centros Promotores de Convivencia Positiva.

Esta red, que en su momento fue propuesta por el Plan Andaluz para la Cultura de Paz y la No violencia, tiene entre sus principales objetivos apoyar a los centros pertenecientes en la elaboración, desarrollo y evaluación de proyectos educativos integrales dirigidos a la prevención de la violencia.

De entre las más de dos mil solicitudes presentadas han sido seleccionadas las realizadas por los CEIPs La Barca de la Florida, Tomasa Pinilla, Al-Andalus, José María Pemán, Vallesequillo, Luis Vives, Elio Antonio de Nebrija, Pío XII, Torresoto y Poeta Carlos Álvarez; además de las que han llevado a cabo los IES Francisco Romero Vargas y Fernando Quiñones. El capítulo de reconocimientos lo completa el Centro de Educación Permanencia Victoria Alba.

De todos ellos son varios los que han sido habituales en esta faceta desde que se regularizó esta iniciativa (2010-2011), como por ejemplo el CEIP Torresoto o el Poeta Carlos Álvarez, que acumulan de forma consecutiva hasta cinco reconocimientos.

Hay que recordar que desde 2006/07, los centros escolares de Andalucía están obligados a elaborar un plan de convivencia que forme parte del proyecto educativo de cada centro.

Los designados como promotores de convivencia positiva pueden recibir un suplemento económico que en su máxima cuantía alcanza los 3.000 euros (dependiendo de la puntuación que reciban), una cantidad que se destina a la realización de actividades dirigidas a la mejora de la convivencia escolar. El abono del suplemento económico se efectuará como cantidad adicional a los gastos de funcionamiento del centro.

Según recoge el Boja, entre los criterios que se utilizan para las puntuaciones aparecen el nivel de logro de los objetivos de mejora pretendidos y atención a las necesidades detectadas; progreso del propio centro en el ámbito de la convivencia; implicación de los diferentes sectores de la comunidad educativa del centro; calidad técnica de la descripción de la experiencia: coherencia de objetivos, contenidos y metodología desarrollada; carácter innovador de la experiencia descrita e introducción de mejoras en el plan de convivencia del centro; integración de la perspectiva de género y coherencia con el plan de igualdad; calidad técnica de los materiales que, en su caso, hayan sido elaborados y aportados; participación del centro con exposición de buenas prácticas en actividades formativas; o la posibilidad de su difusión y aplicación a otros centros educativos.