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Jerez

Objetivo: poner el corazón 'blandito'

  • Un grupo de jerezanos videógrafos gana el primer puesto en el Festival Internacional de Cine de Bodas, en el que competían contra 40 países

Lejos de novios paseando por la playa y convites interminables al ritmo de Céline Dion o Whitney Houston, los jóvenes jerezanos de 'Estamosgrabando' han dado un paso -o quizás varias zancadas- más allá. Han creado un estilo y una filosofía entorno al tradicional vídeo de boda, ahora llevado al documental, llamado 'reckn'roll' y que les han llevado a ganar la categoría del Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Bodas, en el que competían 40 países.

El jerezano Salvador Gil cuenta cómo hace seis años "vi que había muchas historias en una boda que se podían contar y no se estaban contando como queríamos, con feeling, creando algo para que la gente le pudiera emocionar con su propia realidad. La vida en sí misma es súper chula, en esa línea trabajamos". Una de las cosas más importantes para este videógrafo (especialista en realizar grabaciones de vídeo) es "la música, algo en lo que nadie nos guía porque no tiene nada que ver con los gustos de la gente y ni siquiera con los nuestros ya que cada imagen y cada vida pide una música". De ahí el juego de palabras entre 'rockn'roll' y 'reckn'roll'.

"Antes, el vídeo de boda era un añadido, un pegote que iba con las fotos, unas imágenes incomibles de dos horas, aburrido, que veías una vez y lo guardabas. Ahora mismo es independiente de la fotografía, la gente busca algo concreto que le emocione y ha adquirido un nivel impresionante", especifica Gil. Tal es así, que ni clientes ni artistas imponen nada, "nos reunimos y la historia va surgiendo. Puede sonar raro, pero para nosotros la boda es el contexto. En verdad no nos importa el traje ni todo lo organizado porque también puedes hacer una barbacoa con tu familia y que sea especial, lo que importa es la historia, qué hace diferente a esa pareja… Las bodas son en su mayoría todas iguales: dos contrayentes, unos anillos, alguien que la oficia, la celebración… Y lo que no es eso, es donde nosotros llegamos". Salvador fue creciendo "y tuve la suerte de encontrarme con personas que me acompañan en esta aventura". El equipo está compuesto actualmente por otros cuatro compañeros y tres colaboradores.

Cada vez que una pareja se pone en contacto con ellos a través de su web (www.estamosgrabando.com), lo primero que les dicen es: "Nuestra promesa es que te ponemos el corazón blandito, si no lo conseguimos, nos tiras por un terraplén". Este tipo de documental lleva una clara preparación, por lo que el equipo se ha puesto de máximo realizar 25 bodas al año. "Cada pareja se merece el máximo mimo posible", explica Ana Andújar, otra de las integrantes.

De hecho, dos compañeros de 'Estamosgrabando' se involucran durante dos semanas con la familia en cuestión. "No es obligatorio sacar a todo el mundo, pero al final no sé cómo lo hacemos que todos caen. Es lo más bonito, porque hablar con una madre a una hora de que se case su hijo..., esos cinco minutos son preciosos". La aventura y la globalización ha permitido que Salvador y sus compañeros viajen por todo el mundo contando historias: Singapur, Islas Mauricio, Alemania, Italia… "A esto le llama la gente destination wedding y es una forma de conocer mundo porque la gente quiere que seas tú quien le cuentes su boda", especifica Salvador antes de asumir que "normalmente tenemos hasta cinco horas de grabación para unos documentales de 20 minutos máximo. Por eso es tan importante la edición posterior".

De esta forma, el premio vino rodado. La convocatoria tenía tres categorías: Mejor Vídeo grabado en España, Mejor Vídeo grabado fuera de España y el Premio del Público. En las tres han quedado en el top 10, pero finalmente consiguieron hacerse con el Premio del Público, "que al fin y al cabo es un empujón a todo el curro que hacemos. La comunidad de videógrafos es impresionante, nos retroalimentamos y aprendemos de todos porque hay gente que hace obras de arte".

Uno de los mejores momentos es "cuando le mostramos el vídeo a la pareja. Lo proyectamos y normalmente le solemos regalar una cajita de pañuelos, porque terminan llorando", reconoce Gil. El equipo, que ha conseguido hacer de su hobby una profesión, confiesa en palabras de Ana: "Cuando trabajas en algo que te gusta, al final de tu vida no habrás trabajado ningún día. Así nos sentimos".

Salvador Gil y Ana Andújar sostienen el Premio del Público del Festival de Cine de Bodas, días atrás.

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