Hyundai se despidió de 2015 'pisando fuerte' y comienza 2016 'apuntando alto', lema bajo el que la filial en España de la firma surcoreana celebra hasta hoy en Jerez su convención anual de concesionarios, red que integran un total de 80 establecimientos repartidos por todo el país que batieron el año pasado el récord con 44.000 vehículos para particulares matriculados y un incremento del 26%, cinco puntos por encima del crecimiento medio experimentado por el sector.

La marca surcoreana acumula cuatro años de crecimiento en el mercado español, progresión que, en buena medida, obedece al éxito de ventas de sus nuevos modelos, en particular el Tucson, elegido Coche del Año en España de 2015. El nuevo todocaminos (SUV) del grupo coreano disparó las ventas en la recta final del año, empujón que el director general de Hyundai Motor España, Leopoldo Satrústegui, confía en que se prolongue en los próximos meses con el inicio de la comunicación del premio.

Durante la presentación de la convención y de los resultados de 2015 que situaron a Hyundai como líder de ventas en el segmento de particulares, Satrústegui explicó que "la clave del éxito es tener un buen producto apoyado en una excelente red de concesionarios que nos sigue".

"El objetivo del fabricante es vender el máximo posible y que sus socios más importantes, los concesionarios, estén contentos", detalló el director general, quien subrayó que la red de distribuidores de Hyundai cerró el año con rentabilidades "muy razonables", entre las más altas del sector.

La marca no tiene previsto aumentar su red de concesionarios, a juicio de Satrústegui, uno de los grandes errores de otras marcas y que les ha pasado factura con la crisis. Lo que sí contempla es el aumento de la capacidad de los concesionarios para alcanzar los objetivos marcados para este ejercicio, en el que el grupo automovilístico espera superar en España los 100.000 vehículos para particulares entre sus marcas Hyundai y Kia, "algo impensable antes de la crisis y a la que pocos grupos del sector aspiran".

Las previsiones dan idea del potencial de estas marcas que al igual que ocurrió en su día con la electrónica, en la que las firmas asiáticas tomaron el relevo de las casas tradicionales europeas, refuerzan la presencia del país asiático como fabricante de automóviles de calidad a precios muy competitivos.

"La capacidad de producción en Europa está cubierta y no hay previstas inversiones, pero sí hay planes para desarrollar más la marca, también en la provincia a través del aumento de la estructura de los concesionarios", indicó el responsable de la filial española de Hyundai.

El fabricante coreano está muy satisfecho con la evolución de la marca en Cádiz -donde cuenta con dos concesionarios, Guadalete Motor en Jerez, que subió un 28% con la venta de 616 vehículos en 2015, y Permotor en el Campo de Gibraltar-, motivo de la elección de Jerez para la celebración de la convención anual. Mientras que en España, Hyundai figura como la undécima o duodécima marca más vendida, en la provincia ocupa el cuarto puesto, por detrás de Dacia, Volkswagen y Toyota, que aventajó a la firma coreana en una sola matrícula en 2015.

La fidelización del cliente es otra de las claves del éxito en el mercado español de Hyundai, la primera marca automovilística que permite la devolución del vehículo dentro del primer mes con el reembolso íntegro del importe de la compra, programa al que suma otros servicios como la ampliación de la garantía a cinco años y sin límite de kilometraje, el mantenimiento también por cinco años en las compras a través de su programa de financiación o el servicio de asistencia en carretera.

Y entre tanto, y tras la reciente salida al mercado del Tucson, Hyundai seguirá adelante con el lanzamiento este año de dos nuevos modelos: el I20 Active -versión todocaminos del I20- que se comercializará en un par de meses, y el Ioniq, su primer híbrido y eléctrico que llegará a España en la segunda mitad del año tras su presentación previa en Ginebra (Suiza).

El cumplimiento de los objetivos marcados para 2016, depende no obstante de diversos factores, entre los que cobra especial importancia la situación política de España, marcada por la incertidumbre sobre la formación de nuevo gobierno tras los resultados de las últimas elecciones generales, y ante la que Leopoldo Satrústegui manifestó su preocupación. "Es una pena que en un momento de franca recuperación de la economía tras la salida de la crisis, se ponga freno a todo hasta que se resuelva la incertidumbre política", apostilló.