Se acabó. El juicio del 'caso Estación de Autobuses' concluyó ayer tras, nada menos, que cuatro semanas de sesiones en las que se analizó de forma pormenorizada la forma en la que se vendió la antigua estación de autobuses de Madre de Dios, hoy en propiedad de unos súbditos chinos que han montado allí un mega-bazar.

Fue el día en el que los abogados defensores concluyeron sus informes, expusieron sus análisis acerca de lo visto y oído en el juicio y de cuáles fueron (o no) las responsabilidades de sus representados. El último día del juicio también es el del turno de última palabra, en la cual todos los acusados tiene derecho a dar el último mensaje al tribunal. Y fue utilizado.

Pedro Pacheco, alcalde de Jerez durante 24 años consecutivos, no dejó pasar la ocasión de que se le oyera públicamente en la sala veinte días después de que lo hiciera en la misma pero como acusado en un caso penal ante el tribunal.

Pacheco estuvo hablando varios minutos y se declaró inocente de todo lo que se le imputa. El ex regidor vino a destacarle al tribunal varios mensajes. De un lado vino a decir que en un caso como éste volvería a hacer lo mismo pues todo el proceso de enajenación de la finca y puesta en venta fue absolutamente legal. Por otro lado incidió en la labor que realizó en la ciudad de Jerez desde que fue proclamado primer alcalde democrático de la ciudad: "En mis 24 años como alcalde y en los que estuve como primer teniente de alcalde siempre hice lo que fuera mejor para las arcas del Ayuntamiento de Jerez".

No todo se quedó en una proclama de su trabajo como el alcalde que hizo cambiar Jerez, algo que hoy en día nadie pone en duda, sino que se metió de lleno en el 'caso Estación de Autobuses'. Sobre este asunto vino a decir que lo que había que hacer era deshacerse de la vieja estación, un inmueble viejo y que sólo servía para generarle problemas al Ayuntamiento (tanto económicos como de mantenimiento). En su derecho a la última palabra también expresó que en su opinión la operación que se llevó a cabo "le hizo a Jerez deshacerse de una finca con muchos problemas ya que su tenencia habría producido más perjuicios que beneficios a los jerezanos".

La sesión con la que se puso punto final al juicio por el 'caso Estación de Autobuses' fue en buena parte tediosa. Más que nada porque aunque se terminó al borde de las tres de la tarde tras iniciarse a las diez de la mañana hubo turnos de intervención de abogados que fueron excesivos. Fue el caso por ejemplo del catedrático González, abogado del empresario ubriqueño José Luis López, que estuvo casi dos horas exponiendo sus conclusiones.

A 'grosso modo' hay que indicar que la última sesión del juicio vino a dejar claro que uno de los grandes caballos de batalla del caso es la forma en la que se va a averiguar (o al menos a intuir) cuánto costaba en verdad la antigua estación de autobuses de Madre de Dios.

Tal es la mescolanza de tasaciones que conocer el valor es prácticamente imposible. Muchas de ellas más que marcar el valor por el que se podía comprar indicaban cuánto era lo que alguien podría estar dispuesto a pagar por ellas. De otro lado, los defensores siempre han hecho hincapié que lo que se vendía era un edificio al que ya le afectaba el paso de los años, algo que no fue tenido en cuenta en muchas de las tasaciones. En pocas palabras, que nadie sabía por cuánto se podía vender el inmueble.

Los abogados defensores solicitaron al tribunal la libre absolución de los acusados al considerar que todo se hizo conforme a la legalidad. Entre otros puntos se destacó que hubo publicidad en lo que se refiere a que la estación de autobuses estaba en venta, aunque no se tratara obviamente de la típica publicidad insertada en medios sino de notas de prensa.

Con el caso visto para sentencia, tan sólo restará esperar que el tribunal emita su dictamen. Si algo tienen claro las partes consultadas por este medio de comunicación es que la misma tardará varias semanas en ver la luz, máxime cuando se antoja que la misma podría ser una de las más extensas (y por ende voluminosas) de cuantas se han impuesto en los últimos años en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz.