Jerez

Cáritas alerta sobre el abandono de barrios cada vez más empobrecidos

  • Su director, Francisco Domouso, que renueva para otros cuatro años, observa con pesimismo "la falta de salidas". Lamenta la ausencia de consenso político en una ciudad "con más desigualdades".

Al frente de Cáritas durante los últimos cinco años y nombrado nuevamente por el obispo José Mazuelos para seguir en este cargo voluntario durante otros cuatro, Francisco Domouso es consciente de que le ha tocado lidiar con una de las épocas más complejas debido a la situación económica. En estos años asegura que Cáritas ha visto cómo a la pobreza estructural y recalcitrante, la que pasa de padres a hijos durante varias generaciones, se ha unido el empobrecimiento de la clase media, trabajadora y como consecuencia, se han incrementado las desigualdades. Pero Domouso se muestra sobre todo preocupado por que en este tiempo "no hemos sabido evolucionar tanto a nivel de los gobernantes para buscar una salida como a nivel de sociedad, que considera el problema de la pobreza como la falta de recursos alimenticios y resulta que es algo más profundo. Nos encontramos problemas por ejemplo en conservación y mantenimiento de la vivienda, pero la sociedad solo cae en el recurso de los alimentos, en esa visión de la pobreza como la persona que pasa hambre física y hay más necesidades que esa. Ese tipo de pobreza está más o menos cubierta, aunque es verdad que igual hambre física no hay pero sí desnutrición o mal nutrición, pero todo es más profundo que eso".

Desde la atalaya que es Cáritas en el diagnóstico de las necesidades, Domouso alerta de la situación de algunos barrios de la ciudad, "a los que no le vemos futuro, ni salida desde el punto de vista de planes y promoción, sino que están cada vez más abandonados y en los que se están concentrando familias con muy pocos recursos". Menciona barriadas de la zona Norte como San Juan de Dios pero también el centro histórico y la zona Sur, aunque elogia en este último caso, el trabajo que allí se está realizando a través del Proyecto de Intervención Comunitaria. "Hay que felicitarse porque allí hemos conseguido que se sienten todas las Administraciones, se planifiquen acciones para que no siga en esa marginalidad, actuaciones con infancia, con la familia". Pero es la excepción, afirma. "Hay barrios populares, obreros, empobrecidos, donde no ha habido procesos de rehabilitación y tengo una visión pesimista porque no veo que las fuerzas sociales se unan para sacar a Jerez de donde está. La situación no está para reproches sino para plantear soluciones factibles a medio plazo, hay cosas que no se pueden hacer de un año para otro pero sí a medio plazo".

Los datos macroeconómicos que apuntan a una mejora de la situación económica no llegan a Cáritas, y según Domouso, tampoco a Jerez. "Nos felicitamos cuando decimos que en Navidad ha salido todo Jerez a la calle, pero eso es flor de un día. No tenemos una industria, no hay perspectivas de puestos de trabajo estables, ningún proyecto que nos permita mirar al futuro con cierta seguridad" y lamenta que se no se cuiden y se pongan en riesgo lo que pueden ser fuentes de riqueza para la ciudad "como el circuito o el Villamarta".

El director de Cáritas reclama una visión más integral a la hora de actuar contra el empobrecimiento y en un momento en el que las recogidas de alimentos se han convertido en la punta de lanza de la solidaridad, transmite el mensaje de que "no todo se soluciona con un estómago lleno . Para poder salir de esta situación hacen falta actuaciones integrales, procesos de recuperación de las personas. El otro día se celebraron unas jornadas en el centro histórico, pero se habló de patrimonio, no de las personas y para eso no podemos depender de los fondos que nos lleguen de Europa".

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