Jerez

La ciudad sufre una oleada de ataques a pedradas contra autobuses urbanos

  • Dos usuarios han resultado heridos en los últimos días, entre ellos una joven que sufrió un ataque de pánico El comité ha solicitado ayuda a las fuerzas del orden a través de la empresa

El pasado jueves, a las ocho y media de la tarde, un autobús urbano recibía el impacto de una pedrada de considerables dimensiones en la plaza Moreno Mendoza, en la zona sur de la ciudad. En esta ocasión un pasajero resultó herido leve después de que los cristales hechos añicos cayeran sobre su rostro. La agresión motivó incluso que agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local acudieran al lugar. No se produjeron detenciones. Según ha podido saber este medio no ha sido la primera víctima de esta peligrosa modalidad de vandalismo, ya que hace apenas una semana una joven pasajera -que se sentaba detrás del conductor- sufrió un ataque de pánico después que una piedra se colara en la cabina del transporte público. En este caso en cuestión la piedra no alcanzó a la usuaria aunque sí a los cristales. Para colmo, la piedra no llegó a impactar al conductor porque se encontró en su camino una de las barras donde se agarran los pasajeros.

El portavoz del comité de empresa, Ángel Morales, ha confirmado a este medio la proliferación de estos actos vandálicos, los cuales suman ya "una decena de casos en las últimas semanas, aunque la cifra exacta la desconocemos". En sus palabras, los conductores del principal transporte público de la ciudad de Jerez "estamos soportando una racha en la que nos están tirando piedras por distintas zonas de la ciudad".

La decena de casos detectados se han producido en su mayor parte en la zona de San Telmo, el Mopu, durante la subida y la bajada de la cuesta de San Telmo, en San Juan de Dios así como en los bloques de San Eloy por Estancia Barrera.

Esta situación ha provocado que el comité de empresa haya transmitido a la compañía su preocupación por estos hechos, algo que aconteció hace unos catorce días. Igualmente ya se han establecido contactos con las fuerzas del orden público para que adopten medidas encaminadas a erradicar esta peligrosa práctica que puede provocar graves heridas o un grave accidente en caso de que el herido sea el propio conductor.

Por el momento, las sospechas se dirigen a menores de la zona sur de la ciudad. Un hecho especialmente destacable es que los ataques se producen cuando el sol ya se ha escondido y ninguno de ellos en las horas en las que los niños suelen estar en el colegio.

"Se ve que los chavales que hacen esto están atentos, se esconden y saben si va la Policía por la zona, pues entonces no hacen nada".

Los ataques, en algunas ocasiones, han sido realmente brutales pues los agresores se han refugiado entre matorrales y han lanzado piedras "desde apenas metro y medio, con el riesgo y el daño que ello conlleva en caso de que impacte directamente en alguien".

Uno de los puntos que han sido utilizados para este práctica vandálica y que ya está bajo control policial es la arboleda y el murete que se ubica en los primeros metros de la cuesta que conecta las inmediaciones del puente de Cádiz con la barriada de El Mopu.

Otro aspecto a tener en cuenta es que las roturas de las lunas de los autobuses salen especialmente caras a las arcas municipales. No en vano, y según apunta Ángel Morales, "la rotura de una luna delantera puede llegar a costar hasta 4.000 euros".

En Jerez, dice, hay autobuses con la luna delantera dividida en dos partes y otros que tienen una luna compacta. "Una rotura no es cualquier cosa, depende de los modelos. En este caso en concreto podemos hablar de que ya se han provocado miles de euros en daños".

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