La próxima semana, el gobierno municipal tiene previsto intentar reunirse con los sindicatos para empezar a negociar el nuevo cuadro horario de la plantilla municipal para aplicar la jornada efectiva de 37,5 horas semanales. No obstante, a estos encuentros el ejecutivo local pretende acudir con una propuesta, al menos, novedosa.

En ella se planteará la posibilidad de que los empleados públicos puedan desarrollar parte de su jornada laboral desde su domicilio. Esta 'licencia' no podría superar, eso sí, el 20% del cómputo de horas de trabajo mensuales y, claro está, todo dependerá del tipo de desempeño que realice el trabajador para que sea viable o no.

La propuesta aún tiene que concretarse en muchos aspectos pero, según los detalles que ha podido conocer este periódico, esta forma parte de un paquete de medidas que se pretenden plantear sobre la mesa bajo el paraguas de la conciliación de vida laboral y familiar.

Para empezar, se tendría que concretar los empleados y el tipo de desempeños que podrían acogerse a esta alternativa. Según explican fuentes próximas al ejecutivo conocedoras de la propuesta, se quiere lanzar el planteamiento en la reunión que se ha convocado para la próxima semana para que los sindicatos también aporten las áreas, responsabilidades y puestos que serían factibles de beneficiarse de esta medida.

Ahora bien, y teniendo en cuenta la dificultad que entraña el control exacto de las horas trabajadas si no se está en el puesto (los trabajadores municipales están obligados a 'picar' cada vez que entran y salen de su centro de trabajo), el planteamiento inicial establece que el cumplimiento de la jornada laboral preceptiva se supedite a la ejecución de los "objetivos" que se fijen en cada encomienda. Así, se consideraría cumplida el tiempo de trabajo que se permita estar en la vivienda si se culmina el desempeño asignado; ahora bien, esta propuesta está en una fase embrionaria pues aún está por regular en todos sus aspectos, desde las funciones que se podrían acoger a esta modalidad de 'teletrabajo' así como los criterios objetivos para evitar posibles perjuicios o desagravios entre áreas y funciones.

El ejecutivo local tratará nuevamente la próxima de sentar a los sindicatos en la mesa general de negociación, el órgano conformado por el gobierno y los representantes de la plantilla municipal. Hasta ahora, y desde que se presentó el plan de ajuste (el documento que incluye una serie de medidas para reducir los gastos e incrementar los ingresos municipales), el equipo de Gobierno se ha encontrado con la negativa de los dos sindicatos mayoritarios (CGT y SIP) que se han marchado de las reuniones como señal de protesta por las medidas aprobadas días atrás por el pleno municipal. Por este motivo, la mesa no llegaba al quórum necesario para poder conformarse.

En síntesis, la idea del Ayuntamiento es rebajar los pagos de complementos, compras de libranzas y horas extraordinarias mediante la aplicación real de la jornada laboral de 37,5 horas semanales pues, en el cómputo anual, no se alcanza esa cifra establecida por ley para los empleados públicos. Para ello, se tiene que elaborar un nuevo cuadrante horario que es lo que aún no se ha podido comenzar a negociar entre el ejecutivo municipal y la representación social de la plantilla por la falta de quórum en las reuniones que se han intentado realizar en las dos últimas semanas.

El nuevo plan de ajuste prevé que los gastos de personal del Ayuntamiento pasen de los 92,3 millones de euros en este año a los 89,4 millones en el siguiente.