La última Selectividad ha supuesto un claro triunfo para la Educación en Jerez. La mejor nota en el cómputo general de toda la provincia la obtuvo Inés Sánchez Romero, del IES Alvar Núñez con un 13,9. La tercera mejor nota fue la de Carmen Bohórquez Gavira, con un 13,85 del IES Seritium. Por otro lado, en la mejor nota en la fase general destacó Candela Tery, de Nuestra Señora del Pilar, que obtuvo un 9,938 en esta prueba. Por último, y también de este centro marianista, Teresa Márquez es una de las dos chicas invidentes que se ha presentado en Andalucía a esta prueba.

"Al final te quitas mucho tiempo y no merece la pena agobiarse tanto". Así ve Inés Sánchez la prueba de Selectividad a toro pasado. Con su calificación de 13,9, la jerezana quiere acceder a la carrera de Biotecnología en la Universidad de Pablo de Olavide en Sevilla. En la última prueba de acceso a la Universidad, la estudiante afirma que "la que más me costó, sin duda es Lengua, con tantos comentarios es muy subjetivo". Sánchez asegura que una semana y media le ha bastado para prepararse los contenidos de un proceso que considera "un poco absurdo. Si te pones a pensarlo, pasas más horas en el instituto que en la Universidad, ¿realmente es necesario? Te intentan meter mucha información en la cabeza, en eso Lengua es un ejemplo muy claro, porque casi todos los temas son autor y obra, autor y obra, en los que no aprendes nada porque a los cinco minutos de soltarlo en el examen ya lo has olvidado. Si le dedicaran más tiempo a hacer cosas más prácticas y didácticas se avanzaría muchísimo más".

Muchas son las voces que han saltado últimamente hablando acerca de la presión a la que se ejercen los jóvenes, algo que Inés considera "muy acertado. En Segundo de Bachiller se nota mucho la gente que casi no puede dar todo lo que tiene por la presión. Te dicen 15 veces al día la palabra Selectividad y al final se convierte en una competición donde milésimas en un solo examen deciden tu futuro. Es agotador". ¿Y el futuro? "Las cosas para los que queremos dedicarnos a la ciencia están un poco crudas. En principio me gustaría irme algún año de Erasmus y luego intentaría encontrar algo de trabajo en España, pero la gente de mi edad creo que estamos resignados. Tenemos asumido que nos tenemos que ir porque por mucho que se hable de cambio, en pocos años no se va a cambiar tanto. Solo espero que de aquí a cuatro años inviertan más en i+D en España, porque es de vergüenza que mientras en otros países se fomente el desarrollo tecnológico y biológico aquí no hagan más que recortar".

No muy lejos del sector biotecnológico, Candela Tery espera que su 13,52 le dé para entrar en Medicina, también en la Universidad de Sevilla, y luego acceder a una especialidad entre Neurología y Oncología. La jerezana asegura que "me costó mucho organizarme una vez decidí ponerme a estudiar para el examen de Selectividad, la verdad. Me vi con muchas materias y un tiempo muy limitado. Estuve dos o tres días hasta que por fin encontré la forma de organizarme, por las mañanas me dedicaba a Química y Matemáticas en casa y por las tardes iba por las otras en la Biblioteca". Precisamente, en el examen de Química fue en uno de los que más brilló Tery, con un 9,5.

"Para mí, lo malo, es que mucha gente no dejaba de decirte es muy fácil, es muy fácil, pero claro tú no puedes saberlo y hasta que no te enfrentas al primero no te das cuenta que al final es otro examen más, como si fuera en clase", asegura Candela, quien confiesa entre risas que lo primero que hizo tras terminar Selectividad es "cortarme el pelo y ver el partido de España". También es noticia estos días que estas jóvenes se han enfrentado a la última Selectividad, algo que la jerezana considera "un fastidio para todo el mundo, sobre todo para los compañeros que están ahora mismo en Primero de Bachillerato. En mi caso me llevé muchos meses asustadas porque en un principio a mi promoción nos iba a coger ya el cambio, menos mal que no. No sé cómo lo harán a partir de ahora porque en estos dos años te lo enfocan todo mucho a Selectividad, una prueba algo injusta porque creo que a fin de cuentas no te define ni te determina".

La historia de Teresa Márquez también es merecedora de unas líneas. También desde El Pilar, terminó la prueba el pasado jueves. "Me encantaría hacer Magisterio Infantil -confiesa-, aunque no puedo por mi discapacidad. Por lo visto desde la Junta de Andalucía tienen que emitir un certificado de aptitud y no me lo dan para poder cuidar niños, que es lo que de verdad me gusta".

Márquez, a pesar de que le dieron la opción de realizar el examen en braille, prefirió realizarlo en ordenador, "ya que me desenvuelvo mejor. Estudio en ordenador y también lo uso en clase, así que voy más rápido que en braille", confiesa. Ahora, tras el chasco de no poder realizar su carrera soñada, "toca ponerme a buscar qué hacer, aunque tengo claro que quiero meterme en una carrera", dice la joven antes de añadir que "ahora me doy cuenta de que los exámenes eran solo eso, exámenes. Te meten mucho miedo en el cuerpo durante el curso y luego no es para tanto". La estudiante, además, quiso agradecer "a todas esas personas que me han ayudado en el proceso y que lo han hecho posible, sobre todo al colegio de El Pilar, a la UCA y a la ONCE".