Jerez

Urbanismo busca renegociar el uso de los suelos de la fábrica de botellas

  • Tratará de acordar con Saint Gobain-Verallia el desarrollo de unos terrenos donde el PGOU dibuja 842 viviendas Analiza si se incumple el convenio urbanístico tras el cierre de la planta

Ayer fue un día de luto para la industria jerezana pues se hizo efectivo el cierre anunciado de la fábrica de botellas de la Ronda de los Anulados, una planta que, eso sí, había reducido notablemente su actividad en los últimos años (era un centro de servicios técnicos de la multinacional del vidrio Saint Gobain-Verallia) y que ya solo daba trabajo a 13 personas. En su lugar quedan ahora unas instalaciones en desuso construidas sobre unos suelos catalogados como residenciales.

Sobre el futuro de estos terrenos, con una ubicación privilegiada y con una superficie que ronda los 130.000 metros cuadrado, se habló ayer en la sesión de pleno celebrada ayer. Ganemos Jerez preguntó al gobierno local por la situación urbanística de estos suelos recibiendo la respuesta del delegado de Urbanismo, Francisco Camas, que estos están llamados a albergar viviendas -un máximo de 842, concretamente-. Eso sí, el edil del ejecutivo municipal aseguró que se pretende iniciar una negociación con la multinacional de productos de vidrio para acordar su desarrollo y explorar la posibilidad de modificar algunos de los parámetros edificatorios que tiene en la actualidad.

Fruto de un convenio urbanístico suscrito en 2008 por la entonces alcaldesa, Pilar Sánchez (PSOE), estos terrenos pasaron a ser residenciales. A cambio, la firma Saint Gobain garantizaba el mantenimiento de la actividad industrial en Jerez para lo que, incluso, se barajó la posibilidad de ofrecerles un solar en la Ciudad del Transporte, precisamente el mismo que luego se dio a la firma Zahav para que hiciera una planta de ensamblaje de vehículos que jamás se puso en marcha. Sin embargo, en primer lugar, la planta dejó de producir botellas al trasladarse la producción a otra ciudad, con el consiguiente ERE que afectó a buena parte de la plantilla, y pasó a ser un centro logístico que ahora ha echado el cierre. A resultas de esta decisión empresarial hubo un intento de los dos anteriores ejecutivos de modificar el Plan General para recalificar estos suelos y, de este modo, volverlos a catalogarlos como industriales pero la propuesta no fue a más.

El gobierno local reconoció ayer que es difícil modificar las condiciones urbanísticas de esta parcela. Para empezar, están establecidas en el Plan General y, por otro lado, el Ayuntamiento no la tiene capacidad económica para adoptar medidas tales como la expropiación para presionar a los propietarios. Por lo tanto, la vía que se tratará de explorar es la de la negociación con Saint Gobain para realizar un desarrollo por fases donde se dé más cabida a la actividad terciaria prevista en esos suelos (comercial, fundamentalmente) en detrimento de la residencial.

En la sesión plenaria celebrada ayer, el edil de Ganemos Ángel Cardiel explicó que estos suelos son el símbolo de "nuestro fracaso en el tejido industrial" de la ciudad. Por ello reclamó que haya una puesta en común de todos los partidos de la corporación para "involucrarnos en su gestión urbanística". Ante esto, Francisco Camas apuntó: "Por tratarse de los terrenos que son, y porque es conveniente, debemos arrimemos el hombro; estamos abiertos a reuniones pero hay que dejar claro que no podemos expropiar en caso de incumplimiento por su alto coste". De hecho, y una vez se conocieron los planes de cerrar la planta, mantuvo un primer contacto con los propietarios pero aún no se ha iniciado una negociación propiamente dicha para concretar el desarrollo de estos suelos. Eso sí, acto seguido apuntó que, en paralelo a esto, se está estudiando jurídicamente si la empresa podría haber incurrido en un incumplimiento del convenio al no continuar con la actividad industrial. No obstante, advirtió: "La posibilidad de que este Ayuntamiento tiene de presionar es limitada".

El ordenamiento urbanístico municipal establece que el 70% de la edificabilidad de estos suelos debe destinarse para usos residenciales. Para ello se proyectan una serie de edificios de hasta 12 plantas de altura que irían en consonancia con las Torres de Urbis que se encuentran en sus aledaños. El resto de la edificabilidad está reservada para usos comerciales pero la Delegación de Urbanismo tratará de que este porcentaje pueda ampliarse.

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