Música

La ecuación de Alejandro Sanz: 900 kilómetros, cinco días y mucho calor

  • Recién llegadas del concierto de Málaga, cinco sevillanas se sentaron en la madrugada de ayer miércoles frente a Chapín para ser las primeras en entrar el viernes.

Las cinco mujeres que había ayer frente a una de las puertas de Preferencia de Chapín llegaron en la madrugada del martes al miércoles a Jerez nada más salir del concierto que Alejandro Sanz acababa de ofrecer en Málaga. Son sevillanas y esta semana es su semana, la que llevaban esperando todo el año, en el momento en el que "el mejor ídolo que hay" se da una vuelta por su casa, por Andalucía. No guardan cola para comprar entradas, sino para ser las primeras en entrar cuando la organización lo disponga el viernes por la tarde, alrededor de las ocho. Hasta entonces, les quedan relevos con otras compañeras en su mismo afán que descansan por turnos en un hotel de la ciudad, lo cual sólo les dará cierto respiro frente al calor de estos días. Tres de las que había ayer frente a Chapín esperarán en la cola hasta que les toque coger de nuevo el coche para ir, también en la zona noble, al concierto que Alejandro da en Huelva esta tarde.

La cifra revela el sentimiento de estas ex adolescentes de los 90. Si salieron de Sevilla hacia Málaga a principios de semana y el martes se encaminaron a Jerez, si desde la ciudad se marcharán a Huelva en viaje relámpago de ida y vuelta en la tarde-noche de hoy para ver el segundo concierto del artista madrileño por su Andalucía, y si desde Jerez se marcharán de nuevo a sus casas en Sevilla, en total sumarán 900 kilómetros. "No es su mejor gira", dice una de ellas con el asentimiento del resto del corrillo, "aunque para gustos los colores".

Las cinco se conocieron hace ya algunos años, a base de coincidir como incondicionales de los conciertos de la zona. No saben cuántos llevan a sus espaldas. "Ponte que a dos o tres conciertos de cada gira que ha hecho", explica Asunción Martín. "A todas nos gusta desde el 91, cuando empezó a tocar, le hemos seguido siempre", cuenta Carmen Carrasco. Ambas son las que no irán a Huelva. Con Jerez y Málaga ya cumplen este 2016, el de la segunda parte de la gira de 'Sirope'.

Rocío Pichardo es la que tardó más en conocer al artista, la excepción que baja la media de edad. "Yo soy aficionada desde el 95, porque es cuando nací, aunque ya a mi madre le ponían la música de Alejandro cuando estaba en la barriga, así que a lo mejor desde un poco antes". Tanto ella como las hermanas Juana y Montse Rodríguez harán el recorrido completo de 900 kilómetros, cuando a lo largo de hoy jueves algunas compañeras con las que se turnan a las puertas de Chapín les vayan calentando la silla que otorga el derecho a entrar antes que cualquier otro.

Curiosamente, ninguna de ellas pertenece a un club de fans oficial. "Pero él nos conoce porque todas vamos siempre al 'front stage', a la primera fila". Esta zona acotada frente al escenario dobla el precio del resto de entradas sobre el césped. "Se acuerda de nosotras, es el mejor ídolo que hay porque a todas nos pone cara, son muchos años. Se acuerda de nosotras y saluda a los grupos de personas que venimos... '¡Un abrazo a mis niñas de Sevilla!', 'Otro para las de Huelva', se para muchas veces a decir", relata Carmen. "Tengo grabado un concierto donde nos llamó 'las malísimas de Sanz'. Esas cosas no se olvidan", se explaya. "Y si se olvida será porque pierdas la cabeza", le contesta Montse. "Le voy a decir a mi familia que me ponga el DVD de viejecita para acordarme, una y otra vez, las que haga falta", replica Carmen entre carcajadas.

Algunas de ellas dejan atrás esta semana a su gente. "Mis niños están con su padre, y tan bien que están". "Los míos con sus abuelos en la piscina metidos todo el día", dicen. "En casa me siguen diciendo que esto que hago es de locas, pero ya se han acostumbrado. Vamos, que si no se acostumbran lo haré igual", suelta Asunción. Para las cinco, simplemente, estas son sus vacaciones e invierten toda la semana en salir de gira con Alejandro. "Es un gasto de tiempo, y también de dinero, que las entradas son muy caras", dice Juana.

El esfuerzo se sobrelleva con cuanto hace la organización por ellas. "El peor concierto fue uno en Sevilla, donde hubo muchos desmayos de golpes de calor. Ya esas cosas no pasan porque Alejandro no trabaja con ellos. Nos han puesto un baño para que podamos echar las horas aquí. Incluso nos ofrecieron que nos ducháramos en un vestuario del estadio. A las mismas tres y media de la mañana, nada más llegar, se nos acercó una chiquilla que creíamos que iba a hacer cola con nosotras, pero no. Nos dijo que era de la organización, de Savory, y nos dijo que les pidiéramos cualquier cosa, que ellos se preocupaban por nosotras. Así es más fácil", agradece Montse. La ecuación que revela la huella del artista se resuelve sumando lel esfuerzo de sus fans. Por eso Alejandro Sanz está entre los grandes.

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