La de ayer en la plaza del Mercado fue, a pesar de la lluvia, una mañana calentita. Alrededor de un centenar de manifestantes del SIP –de la Policía Local– y CGT –de la plantilla municipal–, acudieron armados con unas incómodas bocinas que no dejaron de hacer sonar casi tres horas, las que pasaron en el Museo Arqueológico la alcaldesa, Mamen Sánchez, y el delegadoFrancisco Camas. A su llegada, éste último fue alcanzado por un huevo que impactó contra su pecho. Igualmente al llegar, el ministroconsejero de la embajada británica en España, Tim Hemmings, también recibió un huevazo que le dio en la espalda. Desde el Consistorio se condenaron los hechos y explicaron que se han comunicado a la Subdelegación del Gobierno. Hemmings no se refirió al incidente durante su intervención, pero la alcaldesa decidió que ni ella ni Camas saldrían del Museo para realizar el descubrimiento de los bustos de bronce, que ponían broche al acto. Prefirieron quedarse dentro acompañando a Hemmings para no avivar las protestas. Dio igual, porque aun con todo, los periodistas e impulsores del proyecto fueron increpados durante el descubrimento del conjunto escultórico.De hecho, el propio autor tuvo que esquivar una botella de agua durante la inauguración que también fue lanzada por los manifestantes. Tampoco tenían culpa de nada el coro del Villamarta y los miembros de la Banda Municipal, que actuaron varias veces  durante el acto y a duras penas pudieron ser escuchados debido al concierto de bocinas de la plaza. Una vez que la alcaldesa ya abandonó el Museo pasadas las dos de la tarde, unos encapuchados acompañaron el vehículo por calle Justicia y volvieron a lanzar huevos contra las ventanillas del coche.