Jerez

Proyecto de visitas guiadas por el monumento

Las Hermanas de Belén, “conscientes del sentimiento que la Cartuja  despierta  en  los  hombres  y  mujeres  de  esta  época  y  siendo sensibles a las numerosísimas peticiones que llegan a la comunidad y al Obispado, han acordado de forma excepcional plantear un plan de visitas que se desarrollará por primera vez en la historia en este monumento” y que queda plasmado en un documento al que ha tenido acceso este Diario. Y es que el Monasterio  es  un monumento  que  atrae a propios y a extraños. Pero  dicha  atracción  no  se  queda  solo  en  lo arquitectónico,  va  más  allá.  Es  un  edificio  que  lleva  aparejado  de  forma  inseparable  el  carácter espiritual y monacal que lo hace más atrayente aun. “Dicha  propuesta está  diseñada  para respetar en  gran  medida  la  vida  en soledad  de  las hermanas, para que  la forma de vida que han elegido de recogimiento y clausura no se vea alterada en demasía   por la presencia de visitantes.   Es, por tanto, un gesto de gran generosidad de las Hermanas de Belén hacia los demás”, señala el informe.

De esta forma, el monasterio de la Cartuja podrá ser visitado a través de dos modalidades: visita guiada con grupos no superiores a 30 personas con una periodicidad de una vez a la semana; y visita de estancia que hace referencia a la hospedería y al alojamiento de grupos. Así, se podría visitar la Cruz de los Caminantes (1), que  se encuentra ubicada en los jardines frente a la puerta de la entrada; la portada de ingreso al monasterio, realizada  en  1571  por  Andrés  de  Ribera (2); el claustro de San Bruno, con una escultura del fundador de la Orden  Cartuja que originalmente se encontraba en la celda del Procurador. El  autor de la misma es Pietro Laboría que la realizó en mármol en 1761 (3). También se podrá visitar la Capilla de Caminantes (4) que se  construyó sobre estructuras anteriores en el siglo XVI de  forma paralela a la portada exterior del monasterio, si bien a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX ha sufrido intensas modificaciones. El compás de la iglesia (5), en el que el visitante curioso podrá observar en  el patio numerosas líneas incisas  en la piedra, círculos concéntricos, rectas que se cruzan, la silueta de lo que parece ser un arco, un boceto que recuerda a un capitel... Allí  están tal como se trazaron a finales  del siglo XVIII o  comienzos del  XIX cuando se  planeó la construcción de la Capilla de  Salto  al  Cielo,  proyectada  inicialmente por  los  cartujos como sala capitular. La fachada de la iglesia (6), construida entre 1662 y 1666, debiéndose sus trazas a Fray Pedro del Piñar, también forma parte de la visita. La iglesia (7)) construida entre 1478 y 1534, consta de una sola nave con arco toral y ábside  pentagonal. El retablo mayor, que  procede  del  Convento de la  Merced  de  Sanlúcar de Barrameda  y sustituye al extraordinario Retablo de Zurbarán y Arce que desapareció  con la Desamortización. Contiguo  a  la  iglesia  se  ubica  el  claustro chico,   comenzado   en   1521 y auténtico corazón de la  Cartuja  que  se  atribuye a Juan de Álava. La cripta de Adoración (8) que, en contraposición a lo observado  en  la  mayor  parte  del  monasterio,  se caracteriza por  la  austeridad  reinante.  Solo  la  imaginería  tan  característica de las hermanas de Belén acompaña al Santísimo. El museo (9) y la exposición de artesanía monástica (10) concluyen la visita. Respecto a la hospedería, está destinada a aquellos que busquen  un  retiro espiritual. Las  celdas,  también llamadas cubiculum,  se  están habilitando  en las antiguas cuadras del  recinto religioso siguiendo la regla de la sobriedad y la simplicidad. Se  trata  de  que  ningún exorno  distraiga  del  objetivo  de  este tipo de instalaciones. La  entrada  de  cada cubiculum  se  reservará  para  el  llamado  ‘ave  maría’ (el espacio destinado  para el rezo) y el resto de  la  estancia albergar á una cama, un pequeño espacio para dejar la ropa, un habitáculo para el aseo personal y un  oratorio  destinado  para  el  rezo.  Este  tipo  de  construcciones  buscan  la sencillez máxima para incidir en la sensación de retiro de la vida mundana. Pueden alojarse en la hospedería personas individuales o matrimonios. Estos últimos sin hijos. En los alojamiento de grupos son instalaciones previstas para albergar grupos grandes como colegios, grupos diocesanos, hermandades, movimientos Scouts  y parroquia. 

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