Jerez

Doce parejas deciden poner fin a su matrimonio cada semana en Jerez

  • El número de divorcios y separaciones desciende más de un 25% durante el primer semestre del año La ciudad registra dos nulidades matrimoniales tras la reforma papal

Cada año, especialmente en primavera y verano, son muchas las parejas que deciden formalizar su relación y unirse en matrimonio, ya sea de modo religioso o civil. Sin embargo, no todas las parejas resisten la convivencia y con el paso de los años (a veces, incluso, sólo de los meses) deciden romper todos los lazos de unión. Así, lo demuestra el balance que de manera periódica publica el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) relativos a Jerez.

Durante el primer semestre de este año un total de 314 parejas decidieron poner fin oficialmente a su relación formal en Jerez. Según los datos aportados por el informe trimestral del CGPJ, se produjeron 283 divorcios y 29 separaciones, además de dos nulidades, entre enero y junio de 2016. En concreto, estos datos pertenecen al partido judicial de Jerez que no sólo centra en la ciudad, sino que incluye también San José del Valle. Ponderando estos datos se puede decir que en la ciudad se producen 1,7 disoluciones matrimoniales al día o, lo que es lo mismo, 12 cada semana.

El informe del CGPJ detalla que en Jerez se registró durante el primer semestre del año un total de 120 divorcios consensuados y otros 163, en estos casos, sin consensuar. Mientras que se realizaron un total de 20 separaciones por acuerdo y otras 9 sin consensuar. Hay que señalar que la diferencia entre los dos procesos es que el divorcio ocasiona la disolución del vínculo matrimonial para el futuro mientras que la separación judicial ocasiona la suspensión de la vida en común de los casados, sin romper el vínculo matrimonial, por lo que mientras una persona no esté divorciada, no puede volver a contraer nuevo matrimonio.

Llama la atención que durante este periodo de 2016 se han registrado dos nulidades matrimoniales. Un dato llamativo, ya que a lo largo de los últimos años se han producido muy pocas nulidades: dos en 2004, una en 2011 y otra en 2013. En concreto, la nulidad matrimonial es la invalidación de un matrimonio porque en su celebración han existido o se han producido vicios o defectos esenciales que impiden que el mismo pueda surtir efectos. La nulidad supone que el matrimonio no ha existido y no puede surtir efectos. Mientras que en un divorcio se disuelve un matrimonio válido por voluntad de uno o ambos cónyuges.

Para entender el aumento de esta cifra hay que recordar que el pasado 8 de diciembre entró en vigor la reforma de los procesos de nulidad matrimonial que el papa Francisco estableció a través de la carta apostólica motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus. Una de las novedades que introducía la reforma papal era la institución de un proceso más breve ante el obispo, que ejerce de juez por su autoridad, para una serie de supuestos en los que la nulidad se hace patente sin necesidad de los trámites del procedimiento ordinario. La reforma del Derecho Procesal Canónico llevada a cabo por Francisco persigue hacer más ágiles unos procesos que se extienden demasiado en el tiempo y que afectan a personas que se encuentran en una situación complicada. No obstante, para que un caso pueda juzgarse por este procedimiento más rápido introducido por el Papa es imprescindible que existan una serie de testimonios o documentos que dejen claras las circunstancias y que ambas partes estén de acuerdo. En el caso de Jerez, a finales de diciembre del pasado año tomaron posesión de sus cargos los miembros del nuevo Tribunal Eclesiástico para las Causas de Nulidad de Matrimonios.

En cifras totales, en Jerez se produjeron 160 rupturas matrimoniales en el primer semestre del año y 154 en el segundo semestre. El dato total supone una caída de más de un 25% respecto al mismo periodo de 2015 cuando se registraron 420 divorcios y separaciones, y también respecto al año 2014 cuando hubo 348 rupturas.

A la espera de poder conocer el balance anual del Consejo General del Poder Judicial, cabe destacar que en la ciudad el número de rupturas comienza a acercarse al número de enlaces matrimoniales. Así, durante el pasado año 2015 un total de 839 parejas decidieron celebrar su boda, pero 724 acordaron poner punto y final a su relación.

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