Una estela de humo y pólvora precede a los manifestantes, medio millar de personas –la organización cifró la participación en unas 900– que se abre paso a golpe de chupinazo con un mortero móvil de fabricación casera en su recorrido entre grandes bodegas de Jerez. La comitiva la forman, fundamentalmente, trabajadores de las bodegas, familiares y responsables sindicales que secundan la movilización convocada por CCOOy UGT en el marco de la huelga del sector ante la falta de acuerdo en la negociación del XXV convenio de la Vid. La  protesta cuenta con el respaldo solidario de miembros de formaciones políticas de izquierda, caso de IU, Ganemos-Jerez y Podemos.

Los trabajadores toman conciencia de que la huelga puede ir para largo. Ayer se cumplió una semana de la convocatoria de paros totales durante treinta días ininterrumpidos, medida de presión aprobada por la asamblea en respuesta a la falta de avances tras nueve meses de negociación colectiva. “Es una huelga difícil, pero necesaria”, sostiene un portavoz de la representación social, quien apunta a que la clave está en mantener el apoyo de los trabajadores y que no se desanimen.

La manifestación de ayer, como la huelga en sí, pretende ser una demostración de fuerza de los sindicatos, que al igual que la patronal Fedejerez, lanza un mensaje de firmeza en su posición en las negociaciones, que enlaza con el lema “Mi convenio es mi futuro. Ni un paso atrás”, inscripción que luce en la pancarta de cabecera de la manifestación. 

Efectivos de la Policía Nacional escoltan a los manifestantes desde su salida a mediodía en el acceso a la antigua Nacional IV junto a las bodegas Williams & Humbert, camino de otros centros de producción e instalaciones bodegueras de Fundador y González Byass. Es una marcha pacífica a la que la Policía Local deja paso libre con cortes esporádicos al tráfico de las vías por las que discurre –acceso a la antigua Nacional IV, rotonda del tanatorio, Cuatro Caminos, Alcubilla, Puerto, Manuel María González, Alameda Vieja, y el mismo recorrido en sentido inverso hasta culminar frente a la bodega Las Copas–.

Entre chupinazo y chupinazo, los manifestantes entonan proclamas y cánticos como “Convenio sí, miseria no”, “A por ellos oe”, “Que viva la lucha de la clase obrera” o “Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra” con los que llaman la atención de la ciudadanía que se interesa por el motivo de la protesta.

A la conclusión del recorrido, la portavoz de la representación social, Inmaculada Castro (UGT) da lectura a un manifiesto que, en resumidas cuentas, defiende “la lucha por un trabajo digno” como una acción de “justicia social” y en el que se hace un llamamiento a la unidad de la clase obrera y las organizaciones sociales y sindicales para la defensa de sus intereses legítimos –ver información anexa–.

Representación social y trabajadores mantienen posturas muy distantes sobre los puntos calientes del convenio–plus de antigüedad, censo de eventuales y revisión salarial–, como volvieron a demostrar el martes en la reunión celebrada en el Sercla –Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales– que acabó sin avenencia. Las partes, no obstante, han quedado emplazadas nuevamente para mañana a las 9.30 horas en el organismo de mediación dependiente de la Consejería andaluza de Empleo en un nuevo intento de encontrar una salida al conflicto. 

La cita del jueves en el Sercla coincide con una nueva manifestación convocada por los representantes de los trabajadores y que partirá a mediodía desde Bodegas Estévez, en la antigua circunvalación jerezana. La movilización, en todo caso, queda sujeta al resultado de la reunión en el Sercla. 

Por otra parte, frente a los rumores que apuntaban ayer a una posible mediación de la delegación territorial de Empleo, los sindicatos negaron a última hora de la tarde hacer recibido citación.