Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas

Toros y toreros de a pie y a caballo

  • Tradicionalmente Jerez ha sido considerada cuna del toreo a caballo, desde sus antiguos alanceadores hasta tiempos modernos, contando para ello con emblemáticas figuras. Son inolvidables sus corridas del arte del rejoneo y las de concurso de ganaderías

COMO otras importantes poblaciones españolas, Jerez siempre contó, entre sus festejos populares, con la celebración de grandes espectáculos taurinos. Primero con la actuación de caballeros alanceadores, en la plaza del Arenal, en el Mercado y en otros lugares de nuestra ciudad, como los Llanos de San Sebastián (actual Cristina), donde torearon los destacados caballeros jerezanos de los siglos XVI al XIX, don Francisco de Estupiñán, don Pedro Ponce de León, don Diego Ignacio de Zurita o el Duque de San Lorenzo, entre otros. Y ya, en el siglo XX, en la actual plaza, Álvaro Domecq y Díez, que revolucionó el toreo a caballo; su hijo Álvaro Domecq Romero, Fermín Bohórquez, padre e hijo, mi inolvidable gran amigo Agustín García-Mier - para mi, el mejor caballista que he conocido - Luis y Antonio Domecq, los hermanos Zambrano, etc.

En el XIX las corridas se celebraban en las dos plazas de madera que existieron en El Ejido. Toreando en las dos primeras funciones que se corrieron en la segunda plaza, en mayo de 1786, nada menos que Pedro Romero, de Ronda, Pepe Illo, de Sevilla, y Juan Conde, de Vejer. Diez toros, cada día. El primero, cinco toros de la Testamentaría del Marqués de Montana, de Jerez, con divisa negra, y otro cinco de los hierros de Vistahermosa, Melgarejo y Conde del Aguila, de Sevilla. Y el segundo día, cinco toros de la vacada de los PP. Cartujos, de Jerez, con divisa blanca, y otros cinco de los PP. Dominicos, también de Jerez, con divisa azul; aunque también tenían otra divisa blanca y negra. El cartel de estas dos corridas, impreso es el más antiguo que se conserva, en el archivo municipal de Jerez.

Otra curiosidad es que, en la feria de Jerez, y en su actual plaza, vistió por primera vez el traje de luces, el 19 de abril de 1908, el más artista de todos los toreros, el inolvidable Joselito el Gallo, cuando contaba tan sólo 13 años de edad. Otra anécdota es que el domingo 16 de septiembre de 1928, último de feria de ganados, lucieron por primera vez, en Jerez, los petos protectores los caballos de picar, en una novillada en la que torearon Rafael Saco 'Cantimplas'; José Jiménez 'Rebujina' y Manuel del Pino 'Niño del Matadero', con ganado de José Anastasio Martín, de Sevilla.

Y en esa misma centenaria plaza de toros de la calle Circo, construida en 1840, y vuelta a reconstruir en dos ocasiones más, en los años 1872 y 1894, a causa de sendos incendios, sufridos en la madera de su estructura interior, torearían toros de las más acreditadas ganaderías de entonces, diestros tan famosos como Guerrita y Lagartijo, Manuel Lara (Jerezano), Machaquito, Morenito de Algeciras, Rodolfo Gaona, Joselito y Rafael el Gallo, Juan Belmonte, Vicente Barrera, Cagancho, Lorenzo Garza, Gitanillo de Triana, Antonio Márquez, Manolo y Miguel del Pino, Venturita y, más modernamente, pudimos ver torear desde los años cuarenta del pasado siglo XX, hasta finales del mismo, a Manolete, a Carlos Arruza, Domingo Ortega, Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dominguín, Pepe Luís Vázquez, Rafael Ortega, Julio Aparicio, El Litri, Chicuelo Hijo, Gregorio Sánchez, Chamaco, Mondeño, Diego Puerta, Miguelín, Jaime Ostos, Paco Camino, Antonio Ordoñez, Juan Antonio Romero, Antoñete, Curro Romero y Rafael de Paula, etc.

Concretando, y ciñéndonos tan sólo a las ferias de primavera y a la moderna Feria del Caballo, y teniendo como empresario ejemplar de nuestra plaza al maestro Pepe Belmonte, ex matador de toros, ex rejoneador y ganadero de reses bravas, y luego a su hijo Pepe, queremos recordar aquí carteles tan importantes como los de las primeras corridas del arte del rejoneo, en las que participaron, en mayo de 1983, Álvaro Domecq, Manuel Vidrié y Joao Moura, con toros del hierro de Javier Osborne; lidiándose, también, en esa feria, la de concurso de ganaderías, con toros de Juan Pedro Domecq, Manolo González, Atanasio Fernández, Jandilla, Hdros. de Carlos Núñez y Marcos Núñez, que torearon Antonio Chenel (Antoñete), Rafael de Paula y Paco Ojeda. Otro festejo, el sábado de feria, con toros de Joaquín Barral, de Sevilla, correría a cargo de Curro Romero, Rafael de Paula y Paco Ojeda.

Las corridas concurso de ganaderías empezaron celebrándose, a partir de 1955, en la feria de septiembre; pasando a la Feria del Caballo, en 1983, año en que fuera premiado el toro 'Subversivo', negro mulato listón, de Juan Pedro Domecq, lidiado por Antoñete, que recibió cuatro varas y no se indultó. El trofeo catavino de plata se le concedería a Paco Ojeda. Por cierto que la ganadería de Juan Pedro Domecq sería de las más premiadas en este certamen taurino; recordando especialmente al toro 'Desteñido' que fue el primero que se indultó, el año l955; a 'Jirivilla', en 1959; y al toro 'Pendenciero', lidiado y muerto por Paco Camino en 1963, tras recibir cinco puyazos; y al que se le dio la vuelta al ruedo.

Aún recuerdo el cartel de la corrida-concurso de la feria del año 1984, con toros de Juan P. Domecq, Juan A. Garzón, Jandilla, Fermín Bohórquez, Baltasar Ibán y Gabriel Rojas, que deberían lidiar Rafael de Paula, Emilio Muñoz y Paco Ojeda. Esta corrida hubo de suspenderse, debido al intenso aguacero que caía sobre Jerez. El pintor Paco Toro, el cantaor Beni de Cádiz y quien esto escribe, habíamos sido invitados por el matador Emilio Muñoz; pero desde ese mediodía no pudimos salir del lugar donde nos encontrábamos, un restaurante de la Plaza del Caballo, debido a la prolongada y fuerte lluvia, que no cesó hasta muy tarde y que inundó todas las calles, encharcando el piso de la plaza, dejándolo inhabilitado para la corrida.

En 1985, quedó desierto el premio al mejor toro de esta corrida concurso. En 1986, se premió el toro 'Pregonero' de Cebada Gago, que fuera el último indultado. Y en 1987, se declaró desierto; en 1988 se premió 'Sueñomío', de Torrestrella, que lidió José María Manzanares; en 1989, el toro premiado fue 'Desmayo' de la misma ganadería de don Álvaro Domecq, lidiado por Roberto Domínguez; y en el último año de esta serie de corridas concurso, el premio al mejor toro quedaría desierto. Esta sería la última de las treinta y cinco corridas-concurso de ganadería que se celebraron en la feria de Jerez.

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