El dato global de asistentes fue claramente lo de menos. Lo fundamental fue comprobar ayer por las calles de la ciudad un apoyo masivo y un grito unánime de una amplísima representación de la sociedad civil jerezana contra el anuncio de cierre de la fábrica de botellas. Un simbólico 'cerrojazo', justificado bajo un pobre argumento, que trasciende claramente el contexto laboral para impactar en el conjunto de la ciudadanía, que se resiste a perder el último reducto de tejido industrial existente y un icono en la ciudad que acumula 114 años de historia. La organización de la manifestación habló de 10-12.000 asistentes; otros llegaron a contabilizar 7.000; y la Policía prácticamente pudo clavar el dato al cifrar el número de manifestantes en más de 5.000 personas. El dato, se ha dicho ya, fue lo de menos. Tanto organizadores como participantes hablaron de "éxito rotundo".

El griterío ensordecedor y en bloque contra el cierre prácticamente resonó en la sede central de Saint-Gobain Vicasa, propietaria de la planta jerezana, en París. Políticos, sindicalistas, empresarios, representantes institucionales y de organizaciones de todo signo, condición e ideología se entremezclaron con trabajadores y vecinos de Jerez, que no dudaron en movilizarse para reclamar la continuidad de una fábrica que muchos sienten como suya, como parte del paisaje urbano de esta ciudad. El aire sentimental de la protesta se fundió con el sudor de la lucha obrera en un recorrido para la esperanza, "contra el terrorismo industrial", como lo consideraron distintas pancartas incluidas en la manifestación.

Fueron casi dos horas de marcha a pie desde la plaza del Arenal hasta alcanzar las instalaciones de la avenida de Arcos, y en todo momento se respiró buen ambiente, pacífico y reivindicativo. El primer gran paso de la sociedad jerezana contra el cierre ya se ha dado y ahora queda, como explicó el presidente del comité de Vicasa en Jerez, Antonio Alba, "una larga lucha hasta lograr que la multinacional rectifique". Hoy mismo habrá un encuentro de los representantes de los trabajadores con el Ministerio de Industria del que se espera conocer los avances en las negociaciones que mantiene el Gobierno central con la multinacional para que ésta dé marcha atrás en su decisión.

En Jerez, se dieron los tradicionales codazos por encabezar la manifestación, hubo otros trabajadores que aprovecharon la ocasión para luchar por sus propias causas, como los de la Agencia del Agua, Cojetusa, Beam Global... Y en general reinó la concordia entre las fuerzas políticas en pos de un mismo objetivo: la continuidad de la fábrica. Si fue cuanto menos curioso ver a González Cabaña de azulino con el lema 'Vicasa no se cierra', no fue menos significativo comprobar cómo los partidos políticos aplicaron aquello de 'la unión hace la fuerza...' para aparcar las diferencias, al menos hasta el pleno municipal de hoy, y que el mensaje llegara sin interferencias partidistas.

Eso sí, hubo políticos como el coordinador general de Izquierda Unida en Andalucía, Diego Valderas, que no pudo contenerse y acusó directamente al Gobierno andaluz de "cierta pasividad" ante el anuncio de cierre en Vicasa-Jerez. "No se puede estar en misa y replicando. Creo que hay una gran contradicción cuando determinados poderes públicos que tienen algo que decir están en las manifestaciones, pero luego no están en las soluciones. Exijo que la Junta de Andalucía esté en las soluciones si quieren ganarse el respeto en la manifestación", reprochó Valderas, en referencia a la postura taxativa del Ejecutivo de Griñán de no pronunciarse sobre un cierre del que aún no constan papeles en la Administración autonómica.

Por su parte, el presidente de Diputación y secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña, volvió a recordar que "estamos esperando los resultados de estas operaciones emprendidas por el Gobierno central". Y mantuvo que "recibí hace días al comité de empresa de Vicasa junto al consejero de Empleo (Antonio Fernández) y ese día me comprometí a estar hoy -ayer, para el lector- con ellos para manifestar lo que es el apoyo del PSOE al mantenimiento de la fábrica".

CCOO, UGT, CGT, Fedejerez, la federación de asociaciones de vecinos 'Solidaridad', colectivos vecinales de varias zonas de la ciudad... Fueron sólo algunas de las organizaciones y asociaciones que tomaron parte de la gran manifestación. Una movilización en la que una amplia representación de la ciudadanía acompañó a los 125 trabajadores directos de la planta (más otros tantos indirectos) para decir alto y claro: 'Vicasa no se cierra'.