Jerez

El hospital consigue sus mejores resultados en donación de órganos

  • Once personas fueron donantes en 2009 y hubo cuatro negativas familiares · De los 51 trasplantes de médula que se hicieron en la provincia, 39 fueron en Jerez

Un total de once personas donaron sus órganos el pasado año en el hospital de Jerez, prácticamente un tercio de las que lo hicieron en toda la provincia (34 donantes), un dato que en principio parece confirmar la trayectoria ascendente del centro jerezano en la donación de órganos. El hospital es además un referente andaluz en trasplante de médula. Como muestra, el año pasado, se realizaron 51 trasplantes de este tipo en la provincia y de ellos, 39 fueron en Jerez. Los logros del centro sanitario en este terreno discurren en la misma línea que lo conseguido en todo el país, donde durante 2009 se alcanzó un máximo histórico de donantes.

El hospital ha mantenido también su actividad en los trasplantes para los que está acreditado: córnea y médula ósea. En el primer caso, este tipo de intervención se implantó en diciembre de 2007, año en el que sólo llegó a realizarse uno frente a los seis de 2009. En cuanto al trasplante de médula en apenas dos años casi se ha doblado el número de operaciones, desde los 24 trasplantes de 2007 hasta los 39 del pasado año.

Desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se destaca que 2009 fue un año especialmente satisfactorio para el centro jerezano, unos resultados en los que tiene mucho que ver el trabajo que se realiza desde la coordinación de trasplantes del centro sanitario. Ya en el mes de junio, Jerez se situaba a la cabeza de la donación de órganos en la provincia, tras producirse siete donaciones multiorgánicas. El coordinador de trasplantes del hospital, Francisco Carrizosa, señala que no se conseguían once donantes desde 2002, "una cifra importante", admite. "En un hospital de nuestro nivel, en el que no existe la especialidad de Neurología y en base a la población que atendemos, lo normal es tener entre 6 y 7 donantes al año". Carrizosa es precavido a la hora de explicar las razones de este incremento. "En principio no se puede decir que el equipo de coordinación de transplantes lo haya hecho mejor, porque estamos haciendo lo mismo todos los años pero desgraciadamente ha habido más muertes encefálicas y además en personas jóvenes. Es decir, este año la cifra se sale de lo normal, pero no podemos asegurar que la tendencia a partir de ahora vaya a ser ascendente".

Además se produjeron cuatro negativas familiares a la donación, un número que también se valora con precaución. "Si vemos los datos desde 2002, un periodo representativo, el porcentaje de negativas está en el 18%, similar a la media nacional y andaluza. Cuatro pueden parecer muchas, pero lógicamente si hay más posibles donaciones también hay más negativas".

Carrizosa asegura que los esfuerzos deben ir encaminados no sólo a conseguir un descenso de las negativas familiares, "que es difícil", sino también a la detección de más muertes encefálicas, a través de una mejor comunicación e información de los propios profesionales sanitarios. "Hay casos de enfermos que fallecen en la UCI o en planta por problemas neurológicos que son posibles donantes y que no siempre llegan a conocerse por el coordinador de trasplantes, en muchas ocasiones por desinformación". Agrega que es importante saber que una persona puede ser donante independientemente de la edad y de hecho, mientras en la década de los 90 el mayor porcentaje de donantes eran personas jóvenes que sufrían un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de un accidente de tráfico, la reducción de éstos ha hecho que en estos momentos la causa de muerte más frecuente de los posibles donantes sea los accidentes cardiovasculares que afectan por lo general a personas mayores.

Como dato, actualmente más de 40% de los donantes tienen más de 60 años. "Son personas con más edad y con unas características determinadas: son hipertensos, fumadores, diabéticos, pero eso no es un problema para donar. Nosotros hacemos pruebas y valoramos los órganos que pueden ser trasplantados. Aunque no sean todos, como ocurre por ejemplo con una persona joven, lo importante es donar. Es curioso, pero a veces en estas muertes que son inesperadas, para las familias la donación supone una especie de alivio".

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