Siete horas de lectura todos los días, dos de ellas dedicadas a la prensa local y nacional; trabajo constante en la piscina y carrera continua por las calles de 'su' Jerez. No abandona el footing por más que pasen los años. El ex alcalde es un jubilado en plena forma: "men sana in corpore sano", dice en más de una ocasión. Un botellín de agua le acompaña allá donde va. Encuentros ocasionales con toda la plana político-empresarial de la provincia y la región, y algún que otro café esporádico con "la gente de Madrid", completan su agenda, menos sobrecargada que cuando era alcalde o delegado de Urbanismo. Tantos años de maratón política y le sorprenden un grupo de estudiantes en el interior del bar La Tertulia: "Quiero una foto con usted Pedro, para que me vea mi padre", le pide una de ellas. Y las jóvenes, probablemente haciendo novillos, se quedan mudas durante casi una hora escuchando la particular oratoria del 'inmatable' mientras tiene lugar esta entrevista.

-Usted que tiene informadores dentro, ¿qué le llega sobre cómo están las cosas en el Consistorio?

-La situación actual es dantesca. Es una anarquía, no hay gobierno. Dentro del gobierno, y así lo transmitís, hay una brecha total, lo cual hace que, si de por sí el gobierno era incapaz, esto ya es el final. Pobre ciudad. Pero mire usted, a pesar de estos gravísimos inconvenientes tenemos que ser optimistas.

-¿Es posible salir por nuestros propios medios?

-Tiene que serlo. Ya lo demostramos una vez tras aquella grave crisis de Rumasa. Jerez demostró que tenía arrestos suficientes para salir de las crisis por sí misma. En aquella época, desde luego, existía un Ayuntamiento que pilotaba el crecimiento. Aún habrá que esperar un año para retomar el timón y enderezar esta gravísima situación socio-económica que estamos pasando. Enviaría a los jerezanos, especialmente a los jóvenes, un mensaje de que podemos conseguir la ciudad que queremos con nuestro esfuerzo. Decía Blücher que "los pesimistas incurren en cobardía y los optimistas pecan de necedad". Yo sigo confiando en que Jerez salga por sí misma de la terrible recesión que está soportando actualmente.

-Como amante de la literatura, ¿qué título elegiría para describir la situación actual de Jerez?

-(Risas) Creo que podría servir La divina comedia, pero el capítulo dedicado al infierno.

-Hablando de infierno, muchos andan por ahí santificándolo, ¿tanto le echan de menos?

-Han tenido oportunidad libremente de comparar y probar, y muchos de forma clara dicen que no les gusta lo que hay. Que después de cinco años y pico, lo que hay no lo quieren ni en pintura. Han visto que estos últimos cinco años ha sido un tiempo perdido, un desastre.

-¿Le ha servido este impás de cura de humildad?

-Siempre tuve claro de dónde procedía y qué es lo que quería. Nunca se me ha olvidado, y esa es la fuerza que tengo: saber que mi familia es de extracción trabajadora; que este chico estudió en la Universidad gracias al sacrificio de mis padres y con becas de Franco. En la caída de la Dictadura me vi en este torbellino que han sido 28 años dedicados al Ayuntamiento. Y no me arrepiento.

-Ahora, en cambio, el político ya no tarda ni un segundo en aislarse en su burbuja...

-Hay una grave crisis de sociedad. Los políticos se han distanciado de los ciudadanos, sólo se acuerdan de ellos cada cuatro años, les piden el voto y si te vi no me acuerdo. Eso ha provocado que la ciudadanía se desentienda y olvide que la gestión de la cosa pública corresponde tanto a políticos como a ciudadanos. Dice Hölderlin que "donde crece el peligro crece también la salvación".

-De su etapa política son recriminables muchas cosas, pero el intento por fomentar la participación ciudadana fue clave...

-Ahora han destrozado la participación ciudadana, han machacado a los colectivos culturales... Parece que ha pasado Atila, ¿no? Al Consejo Económico y Social, por ejemplo, lo han laminado porque dice la verdad con sus dictámenes. Cualquier atisbo de participación, de voces discordantes, no existe. Cómo un gobierno del PSOE ha acabado con todas las conquistas sociales y asociativas que conseguimos en todos estos años... Si la gente se lo cree, esto el año que viene tiene un nuevo gobierno. El PSOE ha entrado en barrena, no sólo en Jerez, y sólo falta el último empujoncito.

-Ha dicho que el gobierno local es "incapaz", ¿siente impotencia de no poder hacer nada por cambiar la situación?

-No hay impotencia porque sólo falta un año. Los electores de Jerez darán al PSOE y a los que lo representan hoy en Jerez su justo merecido. La impotencia sí se nota porque a la gente se la ha neutralizado con tanta política de mentiras tras mentiras, de sacar conejos de la chistera, de decir donde dije digo, digo Diego... La gente tiene que reaccionar y las encuestas del otoño lo reflejarán con tranquilidad. El cuerpo me pide ayudar a que el PSOE y la señora Sánchez entren en la barrena definitiva. Vamos a ayudar al último empujoncito.

-¿Qué le cuentan sus amigos del PSOE de cómo ven Jerez?

-Están desesperados. Pero no sólo con Jerez. Ahora tienen el problema del cambio de Chaves por Griñán. En el PSOE no se cree nadie que se va acostar de Chaves y se van a levantar de Griñán. ¿Usted cree que va a haber una convivencia pacífica entre un presidente Griñán y unas estructuras provinciales equilibradas que son de Chaves? Y otro problema es Zapatero, el arrinconamiento en el que se encuentra y la escasez de un proyecto para sacarnos de la crisis, son factores que permiten ver a un PSOE en barrena.

-¿Y qué le parece la idea de aplicar un ERTE en el Ayuntamiento?

-Es el gran ejemplo de lo que estoy contándole. El ERTE es la última escena de este disparatado gobierno que lidera esta disparatada señora. Los ciudadanos con mentalidad crítica estarán alucinados. Sigue instalada en la mitomanía, una fabricación contínua de mentiras que sólo ella se cree. La que se acosa y derriba es ella misma. No asume ninguna responsabilidad y tiene que irse cuanto antes. Gobernar es decidir, y esto es asumir las consecuencias de tus decisiones, y decidir cosas que sean siempre favorables al interés general.

-Justifica el ERTE, entre otras cosas, en que usted infló la plantilla y Pelayo 'colocó' a 300...

-¿Esta señora habrá hecho algo en estos cinco años, no? ¿Ha hecho algo? Da la impresión de que no ha estado nunca. Yo estuve 24 años más cuatro, y ella cumplirá seis el año que viene: ¿qué ha hecho? Entonces, si no hace nada, ¿qué hacen cobrando ese enorme salario ella y su nuevo marido? ¿Podrá decir qué es lo que ha hecho? Destrozar Jerez. Con esta señora al frente, si es que alguna vez lo ha estado, Jerez ha dado un paso atrás muy grave en cinco años. Y no me refiero sólo al paro, sino a la calidad de la democracia local. ¿Usted había visto alguna vez a la Policía impedir el paso de los ciudadanos a un pleno? ¿Había habido menos audiencia en Onda Jerez, con nuevas contrataciones últimamente por cierto? Creo que estamos asistiendo a los últimos actos de un periodo de una bajísima calidad democrática y estoy convencido de que los ciudadanos reaccionarán.

-¿Conoce los últimos sondeos?

-Tengo una encuesta que es mi intuición. Si además las encuestas coinciden, sólo queda el último empujoncito para que esta señora entre en barrena total.

-¿Le sorprende que sus propios concejales se muestren disconformes con las 'maneras' de gobernar de Pilar Sánchez?

-Es que no gobierna, trapichea. Gobernar es, a partir de un proyecto de ciudad, tomar decisiones correctas y asumir las responsabilidades de estas decisiones. Entonces, esta señora y su escaso grupito de fieles, su esfera íntima, no gobiernan, hacen trapicheos. Qué sabrán lo que es gobernar... Está deslegitimada por su incompetencia y por no asumir su responsabilidad.

-¿Cree que fue un punto de inflexión en lo que va de mandato la rebelión de concejales del pasado verano?

-Bueno, hay concejales desesperados, como el señor Bermúdez o el señor Lebrero, con los que coincidí en un gobierno de coalición, que estarán alucinados. Espero que aludirlos no les cause más problemas de persecuciones, acoso, control de las llamadas de teléfono...

-Es evidente que lo suyo con la alcaldesa es personal.

-No, en absoluto. Ni siquiera llega a esa altura (risas). La tengo en tan poca consideración política que no llega ni a eso. Creo que ha sido un borrón que Jerez tiene que limpiar cuanto antes. No más gente como ésta. Le diría al PSOE 'sano', al que también sufre estas actuaciones, que cuanto antes se desmarquen de ella para que los ciudadanos vean con claridad quién es quién.

-¿Qué le pareció las declaraciones de la diputada Mamen Sánchez publicada hace unas semanas por este Diario, que tanta polvareda han levantado?

-Creo que puede ser, en principio, una buena concejala. Ella tiene que asumir también su responsabilidad y es de esperar que tras esa declaración tan contundente dé el paso para responder a los que muchos en el PSOE quieren de ella. Es bueno que se vayan aireando otras voces críticas dentro de un partido en barrena. A ella no se le puede acosar porque está muy bien situada en Madrid por un trabajo bastante eficaz. En el sistema parlamentario que tenemos actualmente, alguien no llega a tercero de un grupo parlamentario por simpatía sino por coherencia ideológica y simpatía.

-¿Y usted en qué punto está?

-Mire usted, yo estoy instalado en el postandalucismo y en el postnacionalismo.

-¿El andalucismo ha muerto?

-No creo que sea ya fructífera esa pretendida unión que quieren hacer porque certifica un estado de desesperanza. Además, cuando me negué a aceptar el acta de concejal dije que desde ese día dejaba de ser más el muro de carga del andalucismo, qué así tengo las cervicales. A todos los que se han beneficiado de mi trabajo en estos años de andalucismo, les dije: se acabó. Ahora tendrán que buscar otras soluciones.

-Por tanto, ¿su maratón política ha llegado ya a la meta?

-No, qué va. Me agrada muchísimo esa idea de ayudar a dar ese empujoncito último para que esta señora entre en barrena y desalojarla a la oposición. Antes que todo eso, me interesa recuperar la capacidad crítica de Jerez. Todo lo que conseguimos en los últimos 24 años fue fruto de su esfuerzo porque se nos negó todo, cualquier prebenda, cualquier subvención a la que teníamos derecho. Todo lo que conseguimos bajo mi mandato fue fruto del sacrificio, y había gente inquieta, agresiva, en el sentido democrático de la palabra, y eso es lo que yo quiero recuperar. Fuimos la envidia de muchas ciudades importantes.

-¿Tiene algo que ver con el nuevo foro Ciudadanos de Jerez?

-No pero me encanta. Tengo ahí amigos míos, que en distintas legislaturas fueron concejales. Ver a gente como Marina [de Troya] o Pepe López me encanta. Si el foro es un intento de recobrar el protagonismo que la ciudadanía necesita, pues bienvenido sea porque la gestión de lo público no corresponde sólo a los partidos.

-Entonces, ¿en qué se va a traducir ese empujoncito?

-Me gustaría ayudar, si vuelvo, a que hubiera un gobierno distinto. Hay dos cosas básicas que pesan: el entorno familiar y la dramática situación en la que se encuentra el primer grupo de la ciudad que es el Ayuntamiento. Es bueno dudar, no precipitarse, porque en este año ocurrirán muchas cosas que van a facilitar ese necesario cambio de gobierno. Lo mismo esta señora prefiere irse antes de que la echen.

-¿Le han llamado ya de PSOE y PP para si puede ser usted 'llave' en las próximas municipales?

-No. Me encontré el miércoles en el AVE al señor Arenas y charlamos de todo y de nada.

-Pongamos que vuelve a tocar poder, ¿cuál es su receta para recomponer un Ayuntamiento en quiebra, convertido en solar?

-Trabajo, trabajo y trabajo. Eliminar asesores, coches oficiales, a gente inútil, incentivar a la plantilla machacada en estos tres años, retomar contactos que se han perdido, de gente que apuesta por la ciudad... El último director de Vicasa estuvo esperando un año para que lo recibieran...

-Hablando de recuperar contactos, uno de los que ha vuelto por Jerez es su buen amigo José Luis López 'El Turronero'...

-Es vox populi en la ciudad que un señor, al que aprecio enormemente que es el señor José Luis López, era hasta mayo pasado, según la señora Sánchez, un especulador, impresentable y que había que echar de Jerez. Mire usted, mucha gente está intrigada, y yo también, por saber cómo este señor desde mayo hasta la fecha ya no tiene ninguna de estas características que la señora Sánchez decía. Incluso amenazó con echarlo de la presentación de Ikea, un proyecto que trajo conmigo para Jerez. Es curioso cómo desde mayo hasta la fecha ya forma parte del pequeño círculo íntimo de la alcaldesa: cenas, veladas en el ático, presentaciones, bailes de fin de año... Esta señora está obligada a explicarle a su partido, a sus compañeros y a sus electores por qué durante tres años ha tratado a este señor así y desde mayo ya no. Tendrá que aclararlo cuanto antes.

-Los recortes en el PGOU prácticamente terminaron por afectarle a él en exclusiva.

-Igual está tramitando algo para reponerle algo. Sería una cosa muy grave. Si al final se confirma esto, ¿para qué paralizaron Jerez sin PGOU durante tres años? Fíjese usted lo grave que es esto. Tendrá que responder ante el PSOE y ante los tribunales. Yo sigo diciendo del señor López lo que dije desde el principio: un trabajador hecho a sí mismo con una capacidad de trabajo impresionante. Yo he sido coherente, ¿vale? Otra no.

-La alcaldesa le gana en número de querellas interpuestas, pero por ahora es la suya la que tiene más visos de prosperar.

-No voy a hablar de sentencias judiciales. Esto acaba de empezar y mi actuación al contratar a los asesores siguió la legalidad. No me preocupa en absoluto, se va a demostrar. Ella, en cambio, puso en marcha un proceso en el que incluso el señor Cabaña le dijo que esto no era como empieza sino como acaba. Es muy grave, por ejemplo, el tráfico de influencias al vender suelo del PTA, que le haya dado cien millones por la cara a amiguetes; y es muy grave también la querella de los técnicos municipales, que son empleados que prestaron un servicio magnífico a la ciudad y han dicho basta. No se van a dejar atropellar por esta señora y su grupito de influencia. Llamo desde aquí a todo trabajador que se sienta sometido al acoso para que lo denuncie ante las instancias laborales o judiciales correspondientes.