Pocos días después de cumplirse una semana de su salida procesional, la hermandad de Sagrada Cena ha convocado la igualá de sus cuadrillas de costaleros para el paso de misterio. Será hoy mismo a las 21 horas en San Marcos a lo que seguirá su mudá a la casa de hermandad de La Lanzada, donde se guardará durante los próximos meses. Estamos por tanto ante una inusual y tempranera cita de costaleros pensada ya par ala Semana Santa, la cual habitualmente tiene lugar en las vísperas de la Cuaresma.

Desde la cofradía se informa que la medida de convocar a los costaleros que conformarán las cuadrillas responde fundamentalmente a la necesidad de amarrar los compromisos de estos, aunque sea con tanto tiempo de antelación y más de cara a la Semana Santa de 2011 cuya fecha es de las más tardías que se recuerdan ya que el Domingo de Ramos será nada más y nada menos que el 17 de abril.

La cita tendrá el contenido de costumbre en las igualás, es decir que con los que asistan se conformarán las cuadrillas titulares para el próximo Lunes Santo. Este paso es uno de los pocos cuya convocatoria costalera se espera con especial interés. Habitualmente la asistencia supera con creces las plazas disponibles por bajas u otras causas por parte de los que conservan una antigüedad más o menos importante, que les privilegia con la reserva de sitio.

El capataz Martín Gómez Moreno ha hecho una petición especial para que los que estén interesados en formar parte de las cuadrillas el próximo Lunes Santo de 2011 vayan a esta cita provisto de la molía, faja y zapatos, recordando que tras la igualá se llevará el misterio hasta la plaza de Peones.

Recordar que el paso del Señor de la Cena tuvo que hacer una recogida apresurada el pasado Lunes Santo a causa de la lluvia que sorprendió a la hermandad de San Marcos cuando este paso se encontraba en la Carpintería Baja, un calle donde la acumulación de público es sencillamente impresionante para ver cómo se mueve uno de los misterios imprescindibles de la Semana Santa jerezana.

La Lluvia rompió ese momento esperado cada año y las andas tuvieron que acelerar su ritmo para plantarse en San Marcos en el menor tiempo posible ya que los pronósticos aventuraban nuevas lluvias y posiblemente de mayor intensidad. Por tanto la inquietud entre los cofrades de la Cena era importante dado que estaban reestrenando el paso tras la restauración a que ha sido sometido por espacio de un año y que una mojada no es precisamente el mejor aliado para mantener los logros alcanzados en la intervención ejecutada.

Una vez dentro de la iglesia, Francisco Bazán uno de los dos restauradores, que anduvo alrededor de la hermandad toda la tarde e incluso dio una de las levantás al misterio antes de que saliera a la calle, hizo un primer examen de urgencia para comprobar si el agua que le cayó esa noche había provocado algún daño, algo que rápidamente descartó. Ahora sólo resta saber si La Cena estará en la procesión del Corpus.