Se aprovechan de la crisis, de las ganas de emanciparse y del anonimato de Internet. Hay que tener mil ojos con las ofertas atractivas y en muchos casos simbólicas de los precios de los inmuebles en alquiler. No es algo nuevo, esta práctica se está 'asentando' poco a poco en la red y son muchos los que han caído en el timo. Desde Facua denuncian que los supuestos propietarios piden una cantidad por adelantado con el argumento de que les resulta imposible enseñar el piso porque dicen vivir fuera de España o que tienen que marcharse urgentemente al extranjero. Con esta excusa, proponen como método ingresarles el importe de uno o varios meses en concepto de fianza en el caso de alquileres larga duración para vivienda habitual o estudiantes, cantidad que puede representar buena parte o la totalidad del importe en el caso de los alquileres en vacaciones.

El método de pago que exigen consiste en una transferencia o el envío de una remesa de dinero directamente al que se identifica como propietario o a la supuesta cuenta de una empresa de mensajería, asegurando que ésta se encargará de entregar las llaves del inmueble y el contrato de alquiler inmediatamente después de la transacción. Juan es un jerezano que podía haber sido víctima de este timo si no fuera porque le 'olía' algo mal en el contacto con la supuesta dueña. "Encontré un piso muy bueno cerca de Divina Pastora. Sólo por las fotos ya te entraban ganas de verlo en persona, pero lo que más llamaba la atención era el precio, sólo 400 euros", relató el joven. En este alquiler se incluía Internet, comunidad, agua, luz, dos plazas de aparcamiento y un sinfín de servicios que provocó el que la mosca estuviera detrás de la oreja. En el anuncio no había número de teléfono ni inmobiliaria, sólo una dirección de correo electrónico. "Por curiosidad le mandé un mensaje preguntándole las características del inmueble y desde el principio me dijo que estaba en Londres por motivos de trabajo", señaló Juan, quien añadió que "nunca alquilaría sin verlo en persona, pero parece ser que no conocía a nadie en Jerez, algo muy raro". El interesado le propuso hacer la transacción a través de una inmobiliaria inglesa que trabaja en la ciudad, pero la negativa de la supuesta propietaria era evidente, sólo se podía hacer por medio de una página web. Descubrió que era un timo y descartó el inmueble como futura vivienda. Pero algunas personas caen, de ahí que sigan anunciándose en algunas páginas en Internet.

Facua destaca que la supuesta empresa que hace de intermediario no ofrece dicho servicio ni los anunciantes son propietarios de la vivienda, siendo los propios estafadores los que recibirían directamente las cantidades exigidas.

Habitualmente, los precios anunciados por los timadores son muy sugerentes, utilizando el argumento de que necesitan alquilar pronto, y sólo se ofrece el correo electrónico como medio de comunicación. Sin embargo, también hay casos de precios acordes al mercado y teléfonos móviles de contacto. Verificar que el arrendador es el dueño del piso a través de los registros de la propiedad puede ser una vía para evitar estos fraudes, destaca Facua, aunque siempre partiendo de que también existen casos de suplantación de identidad, por lo que si se envía dinero, debe garantizarse que el destinatario es el auténtico propietario. En definitiva, es mejor tener paciencia y esperar algo real (aunque más caro) antes de ser víctima de un timo.