Jerez

Amenazan con no ir a clase en el García Lorca por una plaga de gatos

  • Los padres se muestran preocupados por los continuos casos de niños con infecciones y garrapatas · También denuncian un charco de aguas fecales al lado del colegio

El ultimátum de los padres de alumnos del colegio Federico García Lorca es claro: O se erradica la plaga de gatos o los niños no entran más al centro. Esta decisión se ha tomado tras mucho tiempo esperando una solución al grave problema que los pequeños de este colegio están viviendo, porque nadie se podía imaginar que la zona tuviera una plaga de estos animales. Para los vecinos y el Ampa el hecho de que los contadores antiguos de los bloques que lindan con el centro estén abiertos es uno de los motivos de la proliferación de estos gatos salvajes, ya que se han convertido en el 'nidito' donde cada día salen nuevas crías. "Además, hay vecinos que les dan de comer y claro, estos animales no se van de aquí ni locos", declaró el secretario del Ampa, Domingo López.

Lo que más preocupa a los padres de los alumnos es que los gatos se meten en el colegio para comer los restos de los bocadillos de los pequeños, "y lo que es peor, hacen sus necesidades en el arenero de los niños. Hay algunos que están cogiendo alergias, infecciones... Porque ya no hablamos de un grupo de gatos, sino de una plaga. De hecho, he llegado a contar hasta once gatos juntos dentro del colegio", denunció López. La dirección del centro - "que está haciendo todo lo posible por solucionar el problema", señaló el secretario- ya tiene varios partes médicos de alumnos que han tenido que tomar medidas ante una infección. "Ha habido tres casos de niños a los que les han salido urticaria en la piel, e incluso hay dos pequeños con garrapatas. Estos gatos son salvajes y no tienen ningún control médico. Cuando ya hablamos de tantos casos es un motivo para que salte la alarma entre los padres", declaró López, quien señaló que "el orín de un gato en el arenero cuando se seca no se ve, y el niño no comprende nada y sigue jugando".

Los padres ya han remitido varias denuncias al Ayuntamiento, a la Junta de Andalucía y a Sanidad. No están de brazos cruzados, creen que luchan por algo necesario, pero las respuestas institucionales no les han dejado de sorprender. "Lo único que hemos quedado con el Ayuntamiento, que por cierto no nos ha apoyado mucho, es que nos van a facilitar unas trampas para los gatos. Pero claro, las trampas las tenemos que poner los padres, tenemos que recogerlas y llevarlas de nuevo al Ayuntamiento. Esto es muy fuerte", denunció el secretario del Ampa, quien puntualizó que "si se pone una trampa hay que estar atento de cuándo entra el gato. ¿Quién va a estar 24 horas pendiente de esto? Habrá que esperar al día siguiente a recogerlos y los niños no tienen por qué ver estos gatos en las trampas". Desde Sanidad la respuesta tampoco ha sido la esperada, ya que les han informado de que "para comprobar que los padres decimos la verdad hay que poner trampillas, pero ¿qué pasa mientras con nuestros hijos? ¿Seguimos dejándolos que jueguen en el arenero?".

Los gatos no son el único problema de los padres, ya que muy cerca de la puerta del centro hay un charco de aguas fecales. "Esto es horroroso, no es normal que esto se vea al lado de un colegio de niños pequeños", declaró el secretario del Ampa, quien señaló que "por aquí pasan diariamente muchos niños pequeños, juegan y lo que menos queremos es que uno de ellos meta la mano ahí o se caiga, porque lo mínimo que se puede coger es una importante infección". Domingo López pone el ejemplo de su hijo, un pequeño de cuatro años que ya tiene tres operaciones por problemas en el riñón. "No voy a consentir que mi niño ande entre excrementos y orina -dice- porque su estado de salud puede empeorar". Estos padres creen que no se está jugando con cualquier cosa, sino con la calidad de vida de unos niños. "Si no se soluciona este conflicto, los padres dejaremos de traer a los niños a las clases". A ver cuánto hay que esperar para que estos pequeños puedan asistir a las aulas sin peligro.

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