Más de quince años después de empezar sus operaciones, Cojetusa ya es casi historia en Jerez. La todavía empresa concesionaria del servicio de transporte urbano en la ciudad está con los dos pies fuera del municipio tras la aprobación, ayer en la reunión del gobierno local de los viernes, de la resolución del contrato que vincula al Ayuntamiento con la empresa, participada por los accionistas FCC y Veolia. En concurso de acreedores y con una deuda histórica con el Consistorio jerezano desorbitada, la compañía nunca ha ocultado su deseo de abandonar el servicio cuanto antes. En paralelo, el equipo que preside Pilar Sánchez abrió el pliego de condiciones para la contratación, mediante pertinente procedimiento negociado sin publicidad y de urgencia, de una firma que gestione el servicio público en quince días y de manera "transitoria" hasta la entrada definitiva de una compañía que asuma la concesión.

Según expresó la alcaldesa, "entendemos que la empresa que se haga con la concesión de forma provisional también estará interesada en hacerse con la adjudicación definitiva". Ésta, según señaló, difícilmente se producirá antes del mes de diciembre y nuevamente habló de empresas de autobuses como Alsa y Amarillos como posibles interesadas en la puja por hacerse con el transporte urbano en Jerez. Necesariamente, ahondó Sánchez, Cojetusa seguirá prestando servicio hasta la entrada de la empresa provisional, por lo que el servicio "está garantizado". No obstante, la regidora socialista despidió a la actual concesionaria con duras críticas sobre su gestión al frente de este servicio público básico. "Esta empresa nunca ha cumplido con el pliego de condiciones, nunca ha cumplido", recalcó Sánchez, antes de sostener: "Jerez perdía nueve millones de euros al año en el transporte público y no nos lo podemos permitir; era el momento de hacer un planteamiento serio y olvidarnos definitivamente de este problema". "La imagen del transporte público es mala y Cojetusa ha contribuido a ello, nunca renovó la flota", lamentó a preguntas de los periodistas. A lo que agregó: "Nos tocó también a nosotros solventar definitivamente este problema".

Según puso de manifiesto la munícipe, "este giro de 180 grados nos tiene que llevar en el futuro a crecer, mejorar, dar seguridad laboral y calidad al servicio". "Abordamos esta crisis con soluciones y pedimos la colaboración y responsabilidad de los trabajadores de los autobuses", aludió en clara alusión a la huelga en el transporte urbano que se mantendrá aplazada hasta el viernes día 10, coincidiendo con la 'vuelta al cole'. "Los trabajadores son conscientes de que en estos momentos toca hacer esfuerzos importantes por normalizar la situación del servicio y la suya propia como trabajadores", esgrimió la primera edil jerezana.

El próximo mes se cumplirá un año desde que se viene hablando de forma más específica de la salida de Cojetusa del servicio de autobuses. Linesur, en un principio, se postuló para 'amarrar' la concesión aunque finalmente desechó la idea ante la falta de financiación bancaria.