Miguel Arias Cañete. Diputado nacional del PP y ex ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación

"Ha habido un abandono de Jerez por parte de las administraciones"

  • "Ahora lo que hay que hacer es equilibrar las cuentas para que los ingresos cubran los gastos, y eso no lo hace la alcaldesa, que sigue viviendo como si estuviera en las mejores épocas del crecimiento urbanístico"

En la provincia con más paro de España, impartió el pasado viernes el ex ministro y diputado nacional del PP Miguel Arias Cañete una conferencia sobre economía. Dio las recetas del PP para salir de la crisis y afirmó que España aún no habrá tocado fondo si no se ponen en marcha reformas mucho más potentes que las aplicadas por Zapatero. Antes, en una entrevista con este periódico, analizó también la última remodelación del Gobierno que es, afirma, "una mano de cal en una casa en ruinas". También habló de los problemas que se padecen en su ciudad natal, Jerez.

-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la última remodelación del Gobierno?

-Pues principalmente que siguen en sus puestos los responsables de la crisis. Uno espera que cuando se remodela un Gobierno se haga para solucionar los problemas que tiene la sociedad española y para meter gente que sea capaz de afrontar las reformas en aquellas áreas en las que hay problemas. Pero no se ha sustituido a una vicepresidenta que es inútil para combatir la crisis como es Elena Salgado o a un ministro como Sebastián que en Industria tiene un enredo en un sector vital como es el energético. Esta no es la crisis de Gobierno que España necesita sino que es la crisis que necesita el PSOE para solucionar sus tensiones internas y para que Zapatero se garantice un mínimo horizonte de tranquilidad.

-¿Y de los nuevos ministros?

-No deja de ser sorprendente que en un tema tan importante como la agricultura, porque ahora se empieza a discutir la reforma de la política agraria común que viene aportando a España 7.000 millones de euros, no se ponga a un experto en negociación comunitaria, ni a un dominador del sector agrario. Todo lo contrario. Aterriza en este Ministerio una persona que sólo es conocida por la escasa solidez de su ideología, que es la tránsfuga por excelencia y que tuvo una gestión tan mala en el Ayuntamiento de Córdoba que perdió las elecciones frente al candidato del PP. A Rosa Aguilar la premiaron el año pasado por abandonar IU y ahora se le hace ministra, aunque eso no se entienda con argumentos técnicos. Y también me parece absurdo colocar al frente del Ministerio de Trabajo a alguien que no se cree las reformas laborales que el propio Gobierno ha puesto en marcha. Todo ello demuestra que no es un cambio de Gobierno para gestionar, sino para seguir vendiendo humo. Nos vamos a enfrentar ahora a un Gobierno de comunicación que hablará mucho y hará poco, y eso no se lo puede permitir España en la coyuntura que está actualmente, con más de cuatro millones y medio de parados, con un gasto de desempleo que rebasa los 30.000 millones de euros anuales y con casi un millón y medio de parados que no cobran prestación alguna.

-Y hablando de esa coyuntura económica, ¿piensa usted que España ya ha tocado fondo?

-No. Yo pienso que si no se aplican reformas mucho más potentes, el crecimiento económico en España será nimio, y cuando la economía española crece por debajo del 2,5, no crea empleo. Por lo tanto, aunque haya un crecimiento del 0,1 ó 0,3, da lo mismo, porque en la calle la gente sigue y seguirá sufriendo. Por lo tanto, creo que hay que hacer una reforma muy potente para sanear el sistema financiero español. Y además hace falta un factor fundamental que se llama confianza. Hace falta que la gente se anime, unos a consumir y otros a invertir en actividades productivas. Estos factores no se dan, y como Zapatero sabe que con las políticas que aplica no tiene capacidad de gestión, va a intentar ahora una política de comunicación, de vender la nada. Pero los españoles saben perfectamente lo que está pasando. Y hoy hay una situación de ira nacional contra el presidente del Gobierno que este maquillaje no va a frenar. Porque con esta remodelación, Zapatero le da una manita de cal a una casa en ruinas. Pero si no se ponen los cimientos y si no se ponen vigas, la casa se cae, por muchas manos de cal que se le dé y por mucho Rubalcaba que se ponga a comunicar. Porque es bien sabida la facultad de Rubalcaba para comunicar de todo como portavoz. Y el ejemplo está en las cosas que legitimó durante los gobiernos González.

-¿Y cuáles son las recetas mágicas del PP?

-No, no hay recetas mágicas. Aquí hay que afrontar los problemas como se hizo en 1996, pero con más intensidad. En primer lugar, para liberar recursos, hay que limitar el gasto público pero no sólo del Gobierno sino también de las comunidades autónomas. Y hay que hacer una bajada selectiva de impuestos. Y habrá que pactar una reforma necesaria de toda la legislación laboral, de toda la negociación colectiva, para que se aproximen las condiciones de la empresa a las condiciones de regulación de los contratos de trabajo y que la gente pueda pagar salarios en función de su competitividad. Y tendremos que hacer una liberalización muy clara de los sectores que aún no la tienen, como puertos, aeropuertos o sistemas ferroviarios. Y habrá que ir a un sistema energético eficiente, apostando decididamente por la energía nuclear. Y habrá que poner en orden al Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos para que no haya duplicación o triplicación de actuaciones. Y hay que cambiar el sistema educativo, porque somos el país con mayor índice de fracaso escolar. Todas estas reformas, aplicadas de manera simultánea, pueden ahondar en el efecto de conseguir la confianza en los operadores económicos, de que haya crédito en los mercados y que la gente invierta. Y lo que hace falta es un Gobierno que crea en los empresarios y genere las condiciones para que éstos puedan invertir con eficiencia y racionalidad. Porque al final los países los sacan adelante los empresarios.

-¿Cómo valora la situación de su ciudad, Jerez, y la división interna habida en el PSOE provincial en torno a la candidatura de la actual alcaldesa, Pilar Sánchez?

-No le deseo a ningún partido divisiones internas, porque yo las viví en el mío y sé que eso es malo para el partido, para la gestión pública y para todo. Y lo que me sorprende de Jerez es que pese a que un mismo partido tiene el Gobierno de la nación, la Junta y el Ayuntamiento, no haya habido solidaridad para paliar los enormes problemas financieros del Consistorio. Creo que ha habido un abandono de Jerez por parte de las administraciones, porque no se han volcado en las inversiones. Y eso es culpa de un partido, el PSOE, que no ha creído en la ciudad y que por eso se va a llevar un serio traspié en las elecciones. Ahora lo que hay que hacer es equilibrar las cuentas para que los ingresos cubran los gastos. Y eso no lo hace la alcaldesa, que sigue viviendo como si estuviera en las mejores épocas del crecimiento urbanístico del municipio, algo que ya ni existe, ni volverá.

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