Jerez

Medio centenar de contenedores para dar forma a una parroquia

  • Esta iniciativa, absolutamente novedosa, reduce los costes de construcción un 30 % con el uso de contenedores en desuso para crear el templo e instalaciones de San Juan Grande en la zona sur

La idea ya está en marcha y aunque suene un tanto extraño, no deja de ser un proyecto innovador y sobre todo, mucho más barato, que para como están los tiempos en lo económico es la garantía de poder emprender la construcción de la iglesia sede de la parroquia de San Juan Grande. Se trata de levantar el edificio con la utilización de contenedores de mercancías en desuso en vez del ladrillo, un sistema absolutamente novedoso en muchos kilómetros a la redonda cuyos ejemplos se pueden localizar en determinados países europeos. La idea la planteó al párroco los arquitectos Miguel Ángel López Barba y José María Orge Cantero, que cambiaron el concepto de construcción cuando fueron conscientes de las graves dificultades económicas de llevar a cabo una obra de forma convencional. "En un mundo envuelto en una crisis económica, nuestro amigo Enrique Soler necesita construir un centro parroquial, pero la falta del presupuesto ideal posterga la construcción de éste. Nos ofrecemos, como parte de nuestro compromiso cristiano, para aportar nuestro granito de arena en forma de colaboración a ese gran reto de construir un templo, a sabiendas de que él podría ser receptivo a una propuesta novedosa e imaginativa", explican Barba y Orge como justificación del porqué de esta iniciativa. Se trata de la agrupación de múltiples contenedores alrededor de dos espacios de culto, una capilla y un templo principal. En esos contenedores se desarrollan las restantes actividades parroquiales, Cáritas, catequesis, almacenes, salas de reunión, etc., "una combinación de oportunidad económica, interés por la sostenibilidad y facilidad de modularidad, faseado y movilidad", destacan los arquitectos. Serán necesarios 50 contenedores, del tipo high cube y las experiencias actuales se localizan principalmente en países con tradición marítima, como Países Bajos, Australia, Hispanoamérica, Inglaterra y otros, edificaciones que se destinan a vivienda juvenil y recuperación de espacios portuarios para usos administrativos. "La utilización de contenedores de barco surge del concepto de la reutilización, de volver a usar elementos desechados por otros, de reciclar materiales que pueden tener muchas vidas, de la sostenibilidad de un planeta. Todo ello dentro de un proceso de constante investigación, por parte de estudio de arquitectura en la búsqueda de nuevas formas de construir", subrayan Barba y Orge, que actualmente proponen esta técnica para equipamientos o para el uso residencial, y destacan que el resultado final "será igual o mejor que cualquier otro sistema, ya que aporta además de la modularidad, la facilidad de montaje y desmontaje, la posibilidad de ampliación y polivalencia". El párroco, Enrique Soler, que es también delegado diocesano de Patrimonio, justifica esta iniciativa desde el punto de vista pastoral, manifestando que "además de la funcionalidad, creando espacios de oración, reunión, trabajo común, hay algo que me encanta, que es la construcción en torno al templo. Me recuerda el esquema de los hospitales del Renacimiento. La vida espiritual como eje de la vida parroquial. Es una propuesta llena de espiritualidad para estos tiempos". En cuanto a los plazos no están fijados ya que dependerá de los trámites administrativos y de la financiación, pero cuenta con la gran ventaja de que una vez apilados los contenedores y cubierto el espacio principal, se puede ir habilitando el espacio de forma progresiva, manteniéndose un criterio definido desde el principio: "hagamos algo provisional que sea para siempre", con la salvedad de que los costes se pueden reducir en un 30% con este sistema. De todas formas hay que buscar el dinero para lo que el párroco adelanta que "habrá que pedir un préstamo que se irá pagando posteriormente, para ello necesitaremos la ayuda de la gente del barrio. Pero también queremos tocar otras cuestiones como donativos y subvenciones, pues el proyecto creo que puede optar a cierto tipo de ayudas por su carácter de arquitectura llamada ahora sostenible".

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